En cinco minutos: ansiedad, llanto, risas y abrazos. La venezolana Estefani Lescano, de 21 años, fue uno de los cinco jóvenes que se confesó en Rio de Janeiro con el papa Francisco, quien le comentó bromeando que “los venezolanos no tienen pecados”, reseña AFP.
Tres brasileños, una italiana y Estefani fueron escogidos al azar en un sorteo entre más de 300.000 peregrinos inscritos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra con el pontífice hasta el domingo.
El 24 de mayo a las 13H30 Estefani, una morena bajita de La Guaira (norte de Venezuela), recibió la llamada que le anunciaba el encuentro con el primer papa latinoamericano: “no me lo podía creer, grité, lloré”.
“Me dijeron que fue Dios que quería que estuviera con nuestro papa Francisco”, comentó después del sacramento.
La confesión duró un poco más de cinco minutos y de todas fue la “más fluida”, por ser en español, idioma natal de ambos, indicó.
“Le dije que visitara mi país que tanto lo necesitamos y me dijo que en cuanto pueda lo hará, y me dijo que los venezolanos no tenían pecados”, recordó riendo.
Casi dos meses Estefani, estudiante de enfermería, esperó por el encuentro con Francisco en silencio, ya que la JMJ pidió mantener sigilo sobre el derecho ganado. “Mucha ansiedad, contaba los días, las horas, los segundos”, dijo a la AFP.
Y al verlo “claro que lloré, pensé que iba a llorar más, me quedé como en estado de ‘shock’ y después me puse a llorar, el papa se quedó (observando), fue cariñoso, lo abracé, tenía que abrazarlo”, añadió la joven que vestía una camiseta con los colores de la bandera venezolana y un escapulario.
“Le obsequié una virgen de Coromoto, nuestra patrona, y una bandera representativa de nuestro país”, siguió.
El sacramento se celebró en un confesionario blanco en la Quinta da Boa Vista, similar a los usados en este parque de Rio en los últimos días para las confesiones colectivas de millares de jóvenes en el marco de la JMJ.
El papa llegó y se fue rápido. Solo unos pocos, muchos sacerdotes y monjas, pudieron entrar al parque para verlo pasar.
“La conversación con el Santo Padre fue rápida pero bastante contagiosa por su simplicidad, por ese calor que nos transmite a través de su mirada de la que brotaba amor”, dijo por su parte Welington de Melo (23), uno de los brasileños confesados.
Y Estefani, ¿cuál fue tu penitencia?: “Eso es algo personal, quedará entre el papa y yo”, reseñó AFP.
El papa agita a la Iglesia en las calles de Rio de Janeiro
Siguiendo al pie de la letra su prédica de “hacer lío” y agitar a la Iglesia, el papa Francisco regresó este viernes frío pero de cielo despejado a las calles de Rio, por donde se paseó en papamóvil en medio de multitudes en éxtasis, tras confesar a cinco jóvenes.
Francisco, el primer papa latinoamericano, practica el contacto con el pueblo y su intensa agenda prevé innumerables recorridos en papamóvil por la ciudad, que muchas veces sorprenden a los cientos de miles de peregrinos que asisten a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Miles de jóvenes corren detrás del papamóvil, lloran, gritan en delirio.
“Es inexplicable; hasta ahora estoy medio aturdida, con ganas de llorar. Fue una sorepresa (verlo pasar). Hoy llegué a las cinco de la mañana de Belo Horizonte, es mi cumpleaños y ver al papa fue mi mejor regalo”, dijo a la AFP la peregrina Barbara Perpetuo, de 23 años, tras saludar al primer papa latinoamericano frente al Teatro Municipal de Rio.
“¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud?. Espero lío (…) Quiero que se salga afuera, quiero que la iglesia salga a la calle”, dijo el papa en un discurso improvisado ante miles de argentinos la víspera, en la catedral de Rio.
“Los venezolanos no tienen pecados”
El papa recibe este viernes a un grupo de presos en una reunión privada, lejos de las cámaras, y volverá a recorrer esta noche en papamóvil la costanera de Copacabana para la oración del Via Crucis, el camino de la Cruz, que representa los diferentes momentos vividos por Jesús desde que fue detenido hasta su crucifixión, donde se espera la asistencia de más de un millón de personas.
El viernes más temprano, el papa confesó a cinco jóvenes -tres brasileños, una venezolana y una italiana- escogidos al azar entre más de 300.000 peregrinos.
La venezolana Estefani Lescano, una estudiante de 21 años, se enteró en mayo de que era la elegida. “Quedé en shock, no me lo podía creer. Grité, lloré, no me lo creía. Me dijeron que fue Dios que quería que estuviera con nuestro papa Francisco”, contó tras la confesión en la Quinta da Boa Vista, un gran parque de Rio, que duró cinco minutos.
“Le dije que visitara mi país que tanto lo necesitaba (…) Me dijo que los venezolanos no tienen pecados”, agregó riendo la joven, vestida con una camiseta amarilla, azul y roja, los colores de la bandera de su país.
La confesión -la reconciliación con Dios- es un acento del pontificado de Francisco, que se ha mostrado llano y accesible en su primer viaje a la región donde nació y vivió casi toda su vida, acercándose a la gente y hasta aceptando un mate al paso del papamóvil.
“¡Qué fiesta de recibimiento inolvidable en Copacabana! ¡Dios los bendiga a todos!”, comentó el papa en su cuenta de Twitter este viernes.
¡Qué fiesta de acogida tan inolvidable la de Copacabana! Dios les bendiga a todos ustedes. #Rio2013 #JMJ
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 26, 2013
Francisco, que se enfrenta al gran desafío de renovar una Iglesia en crisis tras escándalos de corrupción y pedofilia en los últimos años, también almorzará luego con 12 peregrinos de la JMJ de los cinco continentes.
El papa se reunió el martes y miércoles con drogadictos en un centro de rehabilitación que inauguró en un hospital franciscano, y caminó por las calles de la favela de Varginha, donde visitó a una familia y pidió inclusión para los marginados.
“Francisco es el papa de la periferia y nos enseña a ver a aquellos que están en la periferia de nuestro corazón. Él es Francisco de los nuevos tiempos y lo que falta para la Iglesia”, dijo a la AFP una monja brasileña de 38 años que sólo quiso identificarse como Gabriela, y que fue a verlo en Copacabana.
América Latina es la región con más católicos del mundo, más de un 40% del total, pero pierde fieles desde hace 30 años, mientras crecen las iglesias pentecostales y el laicismo.
Esta noche, Francisco asistirá al Via Crucis en Copacabana, en el cual participarán 280 actores y voluntarios en 14 estaciones adaptadas a temas como las redes sociales, la droga, la religiosidad, la defensa de la vida y los enfermos terminales. En cada una, un joven (un misionero, un exadicto y una religiosa que lucha contra el aborto, entre otros) leerá un mensaje.
“El papa muestra durante este viaje, al igual que en Roma, una energía increíble. ¡No aprovecha ni siquiera los momentos en los que podría descansar! Está siempre en acción”, dijo el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.