Según el artículo 285 de la Contitución de la República Bolivariana de Venezuela las funciones del Fiscal General de la Republica:
Artículo 285. Son atribuciones del Ministerio Público:1. Garantizar en los procesos judiciales el respeto a los derechos y
garantías constitucionales, así como a los tratados, convenios y
acuerdos internacionales suscritos por la República.
2. Garantizar la celeridad y buena marcha de la administración de justicia,
el juicio previo y el debido proceso.
3. Ordenar y dirigir la investigación penal de la perpetración de los hechos
punibles para hacer constar su comisión con todas las circunstancias
que puedan influir en la calificación y responsabilidad de los autores o
las autoras y demás participantes, así como el aseguramiento de los
objetos activos y pasivos relacionados con la perpetración.
4. Ejercer en nombre del Estado la acción penal en los casos en que para
intentarla o proseguirla no fuere necesaria instancia de parte, salvo las
excepciones establecidas en la ley.
5. Intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la
responsabilidad civil, laboral, militar, penal, administrativa o disciplinaria
en que hubieren incurrido los funcionarios o funcionarias del sector
público, con motivo del ejercicio de sus funciones.
6. Las demás que establezcan esta Constitución y la ley
Es así como podemos comprender la relevancia de este cargo y la solemnidad con la que debe ser conducirse el Fiscal de turno, sin embargo en Venezuela el ministerio público ha sido cuestionado en innumerables ocasiones, desde todo la investigación al rededor del “Caso Anderson” hasta la incontable cantidad de presos políticos que enfrentan largas condenas bajo la imputación de un estado que aplica la justicia de manera amañada y una fiscalía general de la república sólo ha servido como verdugo del partido de gobierno.
En la siguiente fotografía vemos una imagen de una mujer en una actividad de protesta, durante los años en que la izquierda venezolana constantemente tomaban las calles, los famosos “Ñángaras” de hace 20 y 30 años atrás fueron famosos agitadores encapuchados que causaban caos y violencia durante sus métodos no pacíficos de protesta.
Tenemos entendido que se trata de la actual Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, protagonizando un acto acto de calle junto a miembros de la izquierda venezolana.
De ser así, entonces no quedaría duda de los intereses a los que sirve y ha servido una de las mujeres más destacadas del gobierno revolucionario de Venezuela. Sólo de esa manera es comprensible que la lucha contra la corrupción en Venezuela haya sido tan ineficaz durante los últimos años.