Minutos antes de amenazar a Alberto Federico Ravell por la publicación de un cable informativo de la agencia AFP por unas declaraciones de Posada Carriles, el presidente Nicolás Maduro cometió un error mental en su discurso sobre la multiplicación de las acciones y buenas obras.
“Escuela por escuela, niño por niño… así como Cristo multiplicó los penes”, enunció Maduro en su intervención, situación que remedió de manera instantánea al pedir disculpas a su auditorio y (entendemos) a los compatriotas y “compatriotos” que veían Venezolana de Televisión.
Equivocarse es humano y rectificar es de sabios. Ojalá se comiencen a rectificar muchísimas otras cosas de mayor importancia en un país dividido en dos mitades por un discurso cansón, repetitivo y divisionista.
Un país donde el mayor magnicidio que existe son más de 400 fallecidos durante un mes en la morgue.