El hampa no tiene color

En 2012 el hampa se llevó a 35 personas vinculadas al Gobierno. Todas las víctimas recibieron al menos siete balazos. Rafael Ramírez fue el más golpeado. Le mataron a un sobrino y a dos de sus escoltas. A los diplomáticos también los atracaron y secuestraron, publica La Verdad.

La delincuencia no le pregunta a las víctimas su tendencia política. El hampa atacó tanto a militantes del PSUV como a opositores y neutros, aunque los “rojos rojitos” fueron los más golpeados a pesar de la seguridad con la que cuentan. Paradójicamente, estos robos y homicidios se incrementaron en el segundo semestre de 2012, luego de que el presidente Hugo Chávez promulgara la Misión A Toda Vida Venezuela. Se estima que en cada ataque se utilizaron al menos cinco proyectiles.

La violencia de los delincuentes contra el Gobierno se sintió en los cuatro puntos cardinales del país. Mataron, secuestraron y robaron desde escoltas hasta familiares directos de ministros, diplomáticos, diputados o directores de instituciones.





La estela de homicidios comenzó en Zulia con el asesinato de Karen Berendique, hija del cónsul de Chile en Maracaibo, a manos de funcionarios de la Policía científica. Unos 10 días después mataron a Jorge Medina (24 años), hijo de Jorge “Polo” Medina, aspirante a la Alcaldía de San Mateo, en Aragua; y atacaron en un restaurante a Jesús Aguilarte Gámez, exgobernador de Apure, en Aragua. Tras cuatro días de agonía falleció.

El 4 de abril la víctima tenía otro nombre. A Juan Carlos Figarella, diputado del Concejo Legislativo por el PSUV en el estado Bolívar, lo tirotearon dos desconocidos con su propia arma.

En mayo le tocó el turno a Paola Rosana Molina Ávila (38), jefa de RRHH del Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra). A la final se confirmó que un preso encargó su muerte.

Semestre de duelo

El segundo semestre comenzó con el crimen de Juan Carlos Parra (23), hijo del coordinador de capacitación electoral del PSUV y exdirector del Concejo Nacional Electoral (CNE) en Zulia; lo ultimaron luego de que persiguiera a dos atracadores en Maracaibo.

Julio se considera el mes más violento. Mataron a un hermano de Elvis Amoroso, diputado de la Asamblea Nacional por el PSUV, e hirieron en un intento de secuestro a uno de sus primos. Un supuesto jíbaro liquidó a Liliana Barrios, prefecta de la parroquia Cristóbal Mendoza, en Trujillo; acribillaron a Nelly Isabel Ramón Torres (40), directora del anexo femenino del Centro Penitenciario de Occidente, y a su esposo, Jesús Luis Albarracín (47), quien era jefe de Mercal en Santa Ana del Táchira; acabaron con un sobrino de Rafael Ramírez y dos de sus escoltas.

Los ataques volvieron a la región en agosto, cuando de cuatro balazos mataron a Andrés Enrique Fuenmayor Chacín (44), presidente de la Cámara Municipal de Guajira. El crimen más escandaloso del mes fue el del coronel Galvani Duarte Venegas, director del Observatorio Venezolano de la Seguridad, a quien ultimaron en Caracas para quitarle un celular. También hirieron de gravedad a Edis Alfonso Ríos Becerra, exdiputado de la Asamblea Nacional y dirigente del PSUV, para robarle en su casa.

En septiembre el luto le tocó a Luis Felipe Acosta Carlez, exgobernador de Carabobo. En un intento de robo asesinaron a su sobrino, Néstor Enrique León Acosta (28), teniente del Ejército, y a su esposa, Arminda Elizabeth de Sousa Gómez (22), en Valencia.

Para el cierre de año el escenario no cambió mucho. En noviembre hallaron el cuerpo ensangrentado y con signos de tortura de Mercedes Chiquinquirá Dorantes Palmera (58), concejala del PSUV en Lara. También acabaron con la vida de Gregory Sirit, hijo mayor del diputado nacional por Falcón Eliézer Sirit; le dieron ocho tiros para robarle.

De los culpables de los crímenes se sabe poco. En el 90 por ciento de los casos no hay detenidos y los casos aún están en proceso de investigación, al igual que el de los otros 21 mil homicidios que se registraron en el país durante los 12 meses del año.

El más golpeado

Pero a quien más duro golpeó la delincuencia fue a Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minería. El 11 de julio fue el primero: ultimaron a su sobrino, Francisco Rafael (26), para atracarlo en un bus de Puerto La Cruz. El joven era hijo de Eglis Ramírez, presidente de PDVSA Agrícola. Dos semanas después asesinaron a su escolta, Yingger Mendoza Carranza (36), en la avenida Andrés Bello de Caracas. Y el pasado 17 de noviembre eliminaron a Pablo Marín Meléndez (43), quien también fue guardián del presidente de PDVSA.

Entre robos y secuestros

A punta de cañón le quitaron el carro al hijo de Nicolás Maduro, vicepresidente de la República, en un centro comercial en Valencia. También robaron las casas de Rodrigo Cabezas y Jairo Bao. Al hijo de Francisco Arias Cárdenas le robaron su BMW.

Entre las víctimas de los secuestradores se cuenta a Francisco Antonio García Prada (30), hijo del diputado del Parlamento Latinoamericano Francisco García; Simplicio Hernández, padre de la gobernadora de Delta Amacuro, y Jaime Luis Muñoz (19), hijo de un gerente del Banco Industrial de Venezuela en Maracaibo.

Contra los diplomáticos

Los atracos a los diplomáticos comenzaron en enero, cuando secuestraron por varias horas al embajador de México Carlos Pujalte y a su esposa. Aunque quien duró más tiempo en manos de sus captores fue Guillermo Cholele, agregado comercial de Costa Rica en Caracas. Lo liberaron dos días después.

Víctimas de lo ajeno fueron María Gutiérrez, cónsul de Guatemala en Caracas, y el embajador de México, en cuya casa robaron dos veces.