Reuters: Diosdado repetirá como presidente de la Asamblea

AVN

La Asamblea Nacional de Venezuela reelegiría el sábado como su presidente a Diosdado Cabello, un aliado estratégico de Hugo Chávez, lo que lo perfila como el encargado de guiar al país si el mandatario no se recupera de su más reciente cirugía por el cáncer que padece. Marianna Párraga/Reuters.

La Constitución del país petrolero establece que el jefe del órgano Legislativo debe tomar las riendas de la República y convocar a elecciones ante la incapacidad de un Presidente electo para asumir el 10 de enero, un escenario que cobra fuerza a medida que se aproxima la fecha y Chávez no logra recuperarse.

Chávez sufrió complicaciones tras la cuarta cirugía a la que se sometió en Cuba el 11 de diciembre, una hemorragia y una infección que causó una insuficiencia respiratoria.





Cabello, el aliado militar de Chávez con mayor perfil en el Gobierno, ha presidido la Asamblea desde principios del 2011.

Eso le ha permitido reforzar el poder y liderazgo que ya tenía tras más de una década de ejercer diversos cargos públicos, incluyendo el de vicepresidente y otros de elección popular.

Fuentes parlamentarias dijeron a Reuters que el escenario más probable es que Cabello, quien estuvo al lado de Chávez cuando anunció la recurrencia de su enfermedad el mes pasado, repita en el cargo, asegurando una transición sin mayores sorpresas hacia unos eventuales nuevos comicios.

“Cabello está moviendo sus piezas para que tanto la presidencia como las dos vicepresidencias queden en sus manos y las de sus aliados”, dijo una fuente de la Asamblea Nacional, que prefirió el anonimato por no estar autorizada para declarar.

Cabello, un militar de 49 años que ha acumulado un amplio poder económico personal, ha acompañado al Presidente desde la intentona golpista que encabezó contra el ex mandatario Carlos Andrés Pérez en 1992.

Si Chávez, que lleva 18 meses luchando contra una enfermedad de la que se desconocen detalles, se enfrenta a una larga convalecencia, Cabello actuaría como bisagra entre su administración de 14 años y un posible nuevo gobierno.

Antes de viajar a Cuba para ser intervenido en diciembre, Chávez anticipó que si quedara imposibilitado para llevar las riendas de la “revolución socialista”, sus seguidores deberían votar por el vicepresidente Nicolás Maduro.

Cabello ha respaldado a Maduro durante la ausencia de Chávez, a quien dijo que ha visitado frecuentemente en La Habana, dando señales de que el Gobierno a cargo puede trabajar unido para seguir las directrices que dejó el gobernante.

En una inspección conjunta a una fábrica el jueves, Cabello salió al paso a especulaciones sobre discrepancias.

“Hemos insistido a los señores de la oposición que si ellos están sacando cuentas en base a las supuestas peleas que le dicen sus asesores y opinadores sin oficio pagados, de que aquí hay un tipo de problema entre Nicolás y mi persona o con Rafael Ramírez (ministro de Energía) o los compañeros de la Fuerza Armada, van a pasar 2.000 años esperando que eso ocurra”, dijo.

La primera vicepresidencia del cuerpo legislativo también es crucial, pues este diputado quedaría al frente del Congreso si Cabello pasa a encargarse temporalmente del país ante una ausencia absoluta de Chávez.

“El Partido Socialista el sábado debe ratificar cada uno de los cargos, es mi opinión personal. Pienso que deberían ser esos personajes, con el liderazgo, con la conducción que hemos tenido hasta los momentos (…) Cumplieron con una labor excelente en una época difícil”, dijo esta semana el diputado Oswaldo Vera del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

TRANSICIÓN EN DUDA

Aunque la Constitución especifica que el 10 de enero comienza el nuevo período presidencial, líderes del oficialismo han insistido en que la fecha no es definitiva, lo que permitiría a un Chávez convaleciente contar con un margen de tiempo para recuperarse y asumir más tarde.

“No es el 10 de enero lo que determina la ausencia absoluta”, aseguró Cabello, quien sostiene que debe respetarse la decisión que los venezolanos tomaron en las urnas en octubre.

Pero la oposición rechaza vehementemente esa interpretación.

“El 10 de enero vence un período y empieza otro. Si el Jefe de Estado no asume, debe encargarse temporalmente el presidente de la Asamblea Nacional”, dijo el miércoles el presidente de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, sentando una posición firme sobre la sucesión.

Cualquier controversia entre facciones de poder sobre la aplicación de la carta magna conllevaría a una interpretación formal por parte del Tribunal Supremo de Justicia.

Además, una junta médica avalada por la Asamblea Nacional tendría que certificar la incapacidad absoluta del presidente para asumir un nuevo período, a partir de lo cual comenzarían a transcurrir 30 días para la celebración de nuevas elecciones.

No obstante, al no existir en Venezuela una ley de sucesión, no queda claro cuándo comienzan a contarse los 30 días.

ENFRENTADOS

Mientras se fijan posiciones sobre la sucesión presidencial, ambos bandos políticos comienzan a realinear sus cuadros para una eventual nueva elección.

“El PSUV consultó con el Consejo Nacional Electoral (CNE) la posibilidad de celebrar elecciones el 15 de marzo. No sabemos qué contestó el CNE”, dijo a Reuters un miembro de la opositora MUD.

El organismo electoral no se ha pronunciado públicamente sobre su disposición para organizar unos nuevos comicios presidenciales en caso de que fuera necesario.

Tras ganar las elecciones en octubre por un amplio margen, así como las gobernaciones de 20 de los 23 estados del país en las regionales de diciembre, el oficialismo está bien posicionado para medirse en una nueva batalla.

No obstante, analistas creen que para aprovechar el momento político el “chavismo” debe convencer a sus seguidores de que la Revolución puede continuar sin su máxima figura.

La grandilocuencia de Chávez ha acaparado todas las esferas del poder en Venezuela con un estilo de gestión personalista que ha dejado poco espacio para el surgimiento de un relevo, pero expertos coinciden en que la emocionalidad del momento beneficiaría al oficialismo.

Del lado de la oposición, tras dos pérdidas electorales consecutivas, el reto es elegir un candidato de consenso sin pasar por un proceso de primarias para el que no habría tiempo.

El joven gobernador Henrique Capriles, que tras su derrota en busca de la silla presidencial logró ser reelegido en el estado Miranda, parece ser el líder natural e inmediato de la oposición, pero la decisión de volver a intentarlo depende exclusivamente de él, dijeron fuentes de la MUD.

“La oposición necesita tiempo”, dijo una de las fuentes.