Al menos cinco personas, incluidos tres civiles, murieron y otras 15 resultaron heridas en un doble atentado suicida contra la administración local en la conflictiva provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, informaron fuentes oficiales.
Según explicó el portavoz del gobernador de Kandahar, Javed Faisal, los terroristas hicieron estallar las cargas explosivas que portaban en torno a las 12.00 hora local (07.30 GMT) frente al edificio que alberga el Consejo Local del distrito de Spin Boldak.
De acuerdo con esta versión, en el momento del ataque se celebraba en el inmueble una reunión de altos cargos de la demarcación.
La oficina del gobernador de Kandahar precisó en un comunicado que entre los muertos figuran un funcionario gubernamental, un miembro del mencionado Consejo y tres civiles, uno de ellos menor de edad, mientras que todos los heridos son civiles.
El jefe de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), general John R. Allen, condenó el ataque en una nota enviada a la prensa, en la que tachó la acción de “despiadado acto de violencia” que “no tiene en cuenta a los civiles inocentes”.
Kandahar está considerado el bastión espiritual de los insurgentes talibanes, que desde hace más de una década luchan por derrocar al Gobierno afgano y forzar la salida del país de las tropas extranjeras.
Su objetivo es restaurar en Afganistán el régimen fundamentalista islámico que hubo desde 1996 hasta 2001, año de la invasión estadounidense que derrocó a los talibanes.
Para hostigar a sus oponentes, los insurgentes recurren sobre todo a atentados suicidas y bombas colocadas en los caminos.
Ayer, un artefacto explosivo ubicado en una carretera acabó con la vida de cuatro personas, incluidos dos oficiales de los servicios secretos afganos, al estallar al paso de un furgón policial en la región de Uruzgán, también en el sur del país.