Diez nuevos ministros rindieron juramento el domingo en Egipto como parte de una reorganización del gabinete dirigida a mejorar el desempeño de la economía, antes de unas conversaciones que el gobierno sostendrá con el Fondo Monetario Internacional para conseguir un crédito de 4.800 millones de dólares que necesita urgentemente.
La reorganización —que el presidente Mohammed Morsi había prometido en respuesta al descontento de la ciudadanía ante las dificultades económicas por las que atraviesa Egipto— afectó dos ministerios cruciales, el del Interior y el de Finanzas.
Al mismo tiempo, la medida consolidó el control islamista del gobierno, debido a que tres carteras fueron asignadas a miembros de la Hermandad Musulmana, a la que pertenece el mandatario.
El estado grave de la economía de Egipto quedó de manifiesto el domingo con la nueva difusión de cifras del banco central: las reservas del país bajaron en diciembre 26 millones de dólares frente al mes anterior y se ubicaron en 15.010 millones.
El banco central dijo que el total de las reservas de divisas en diciembre se ubicaban en un “mínimo crítico”.
El nivel de las reservas se redujo a menos de la mitad desde la sublevación en la que Hosni Mubarak fue derrocado en febrero de 2011. Mubarak había gobernado el país desde hacía mucho tiempo.
Morsi se reunió con los nuevos ministros al término de la ceremonia de juramentación en el palacio presidencial en El Cairo.
Morsi y el gabinete examinaron formas para reactivar el turismo y atraer la inversión extranjera, dijo un funcionario presidencial que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
El primer ministro Hesham Kandil dijo que durante la primera reunión con los nuevos ministros, subrayó la necesidad de adoptar medidas inmediatas para estabilizar la economía.
En el centro de estas acciones se ubica un crédito por 4.800 millones de dólares que Egipto ha solicitado al FMI. El Cairo afirma que los recursos son necesarios para impulsar la confianza en la economía del país y atraer la inversión extranjera. AP