En la línea de la tradición siciliana en la que han ahondado en sus últimas colecciones, la firma italiana Dolce & Gabbana presentó en la Semana de la Moda Masculina de Milán una colección de pura devoción religiosa que vuelve a recurrir y homenajear al estampado.
Adalides del atrevimiento y la escasa sobriedad, los modistos Domenico Dolce y Stefano Gabbana volvieron a ser este sábado fieles a sus principios en la primera jornada de desfiles en Milán, donde hasta el próximo martes se presentarán distintas propuestas textiles para el hombre del próximo otoño-invierno 2013-2014.
El estampado vuelve a ser protagonista de la colección Dolce & Gabbana, que, en esta ocasión, no solo recurre a los motivos florales vistos otras veces, sino que además se sirve de la más pura imaginería religiosa, lo que quedó claro con la talla de la Virgen y el Niño Jesús que presidió la pasarela lombarda durante su desfile.
La estampita religiosa como estampado es el juego con el que los dos modistos vertebran esta colección en la que, con pantalones de talle alto y pinzas, han querido demostrar, una vez más, su devoción al corte y confección, siempre respetando las creencias y la tradición de la Sicilia natal de Domenico Dolce.
La vuelta a la tierra es esta vez más auténtica que nunca, pues los modistos, que ayer recibieron la visita en Milán del astro argentino del Barcelona Leo Messi, han seleccionado a 87 jóvenes de Sicilia -entre ellos algún desempleado- para protagonizar un desfile lleno de masculinidad en los rostros y el físico.
Lo sagrado y lo profano se mezclan, siempre de un modo respetuoso, en esta colección, en la que en ocasiones las formas son algo más propias de las prendas femeninas, en concreto en las camisetas de livianos tejidos con mangas anchas y más cortas en las que las estampitas estampadas son las protagonistas.
Junto a ello, blazers con exageradas solapas y atrevidos estampados de flores que dan la nota de color, aunque otoñal y algo apagado, a una colección que juega con los contrastes con el negro por fuera y el blanco de las camisas por dentro con la novedad de los fulares florales.
En esta primera jornada de la Semana de la Moda Masculina de Milán estuvo muy presente la figura de Vittorio Missoni, director comercial de la casa Missoni y desaparecido desde el pasado 4 de enero junto a otros tres italianos mientras viajaban en una avioneta en Venezuela.
De hecho, el director de la primera firma en salir a la pasarela milanesa, Carlo Alberto Corneliani, quiso preceder su desfile con un mensaje de apoyo a la familia Missoni a través de los altavoces.
Una vez lanzado ese mensaje, la firma Corneliani presentó sobre la pasarela sus propuestas para el próximo otoño-invierno, envueltas en una especie de niebla londinense, y entre las que se encontraban algunos abrigos de piel de alpaca suave.
A Corneliani le siguió la firma Jil Sander, que propuso un hombre muy pendiente de la moda, que se mueve entre lo clásico y las tendencias, y se atreve con algunos colores muy vivos, como el rojo.
Hombros contenidos y volúmenes que se alargan, cuellos a la francesa que sobresalen por los abrigos, camisetas con media manga, pantalones de tubo hasta la espinilla sobre botas dan a la colección de Jil Sander ese toque entre militar y “dandy”.
Este sábado desfiló también la firma Ermenegildo Zegna, que dio toda una lección de clasicismo y sobriedad textil en una colección de pura elegancia negra, gris y blanca, que se sirve, sobre todo, del paño, tanto en los rectos abrigos como en los pantalones.
Mañana, en la segunda de estas cuatro jornadas de desfiles masculinos, le tocará el turno a las firmas Prada, Vivienne Westwood, Calvin Klein, Iceberg y Salvatore Ferragamo, entre otras. EFE