La sentencia contra el vigilante de seguridad Bharat Singh, de 56 años, fue pronunciada ayer en la corte de Dwarka, en el oeste de Nueva Delhi, donde el juez Virender Bhat justificó la condena a muerte por lo “diabólico y horripilante” que fue el crimen.
El 10 de abril de 2011, Singh vio a la menor sola en una calle del suroeste de la capital india y la convenció para que entrara en el interior de la casa en la que trabajaba como vigilante, donde la violó, según los diarios “Times of India” e “Indian Express”.
“No puede haber nada peor que lo que este hombre hizo mientras violaba a la menor. (…) El convicto lo hizo de una manera tan brutal que produjo un desgarro de los órganos internos (de la menor)”, afirmó el juez.
El violador, cuando vio que la menor había muerto, escondió el cadáver en una zona boscosa próxima a la vivienda donde trabajaba y donde el cuerpo fue encontrado dos días después.
Este juicio rápido es uno de los seis casos especiales puestos en marcha en la capital india a raíz de la violación de una joven de 23 años hace hoy un mes por seis hombres en un autobús y que luego murió en el hospital de Singapur al que había sido trasladada.
Los acusados por esa violación, cinco adultos y un menor, se hallan inmersos en sendos procesos judiciales a la espera de trasladar sur casos a un juicio rápido, donde los adultos podrían ser condenados a la pena de muerte.
Ese caso creó una oleada de manifestaciones inéditas en la India que pedían endurecer las penas contra los asaltos sexuales en el país, donde una violación es denunciada a la policía cada 20 minutos, según la Oficina Nacional de Registro de Crímenes. EFE