El jueves pasado una familia debió experimentar una extraña rabieta. Un adolescente de 13 años decidió robar el Mercedes Benz de su padre luego de una acalorada discusión por una cuenta telefónica. El chico, que además era adoptado, tomó la decisión de partir para reencontrarse con su hermana biológica, residente en Polonia. Pero no tenía intenciones de utilizar el transporte público. Así que tomó las llaves del Mercedes-Benz de su padre, y con poco más de $100.000 pesos comenzó un viaje transcontinental.
El joven logró llegar hasta Alemania, tras avanzar casi 1.000 kilómetros. Finalmente, fue detenido por la policía germana cuando se disponía a cruzar la frontera hacia Polonia, gracias al sistema de rastreo anti-robo del vehículo y la llamada de alerta de los padres. El joven se mostró arrepentido y reconoció el error de este arrebato.
El chico -que además es fanático y experto piloto de karting- terminó regresando con sus padres adoptivos.