El temporal que afecta a parte de la península ibérica ha obligado hoy a desviar más de veinte vuelos del aeropuerto de la capital lusa y ha causado numerosos destrozos y cortes de energía y de algunas carreteras en Portugal.
Desde el litoral al sur de Lisboa hasta la frontera con Galicia, la mayoría de los distritos del país están en alerta roja por los fuertes vientos, la lluvia y el oleaje, aunque no se ha informado de ningún herido.
Varios puertos de pescadores de la zona norte, como los de Caminha, Póvoa de Varzim, Vila do Conde, Aveiro y Figueira da Foz están cerrados o con la navegación limitada solo a grandes embarcaciones.
En los distritos cercanos a Galicia y Castilla y León, los más afectados por el temporal, los bomberos tuvieron que intervenir en centenares de ocasiones desde la madrugada de hoy por la caída de árboles, postes y daños en viviendas causados por ráfagas de viento de hasta 130 kilómetros por hora.
Más de veinte vuelos que debían aterrizar durante la mañana en el aeropuerto lisboeta de Portela no pudieron hacerlo por los vendavales que barrían la ciudad y fueron desviados a aeropuertos españoles, como Madrid, Sevilla y Málaga, y al de Faro, en la costa sur de Portugal.
Además, las autoridades aeroportuarias informaron de la cancelación de al menos seis vuelos destinados a países del norte europeo.
Los servicios de Protección Civil de Portugal registraron en total más de tres mil incidentes por el mal tiempo desde la noche del viernes hasta el mediodía de hoy (12.00 horas GMT).
Lisboa, el distrito más populoso, ha sido también el que mayor número de incidentes ha registrado, aunque los peores daños se han producido en el norte del país.
En el distrito de Oporto hubo daños en estructuras urbanas y numerosas caídas de árboles que obligaron a cerrar una línea de metro en Gaia, al sur de la capital del norte luso.
Tres autopistas, entre ellas la A1, que une Oporto y Lisboa y es la principal arteria del país, tuvieron tramos interrumpidos algunas horas por los efectos del temporal.
En la zona del alto Miño, en Ponte da Barca, un deslizamiento de tierra destruyó una vivienda y sus ocupantes tuvieron que ser realojados.
En Peniche, en el litoral centro-septentrional fueron cerca de cuarenta personas las que tuvieron que ser realojadas por los destrozos del temporal mientras el puerto de la localidad permanecía cerrado.
En la misma zona de la costa lusa el viento derribó un trozo de muro del estadio de Figueira da Foz, donde el temporal había interrumpido además la energía eléctrica.
Las redes de suministro registraron interrupciones en muchos puntos del centro y el norte del país por la caída de postes del tendido eléctrico o de árboles que cortaron las líneas, sobre todo en el litoral central de Portugal y en los distritos de Aveiro, Leiria y Coimbra.
Con todo, los efectos del mal tiempo remiten ya en varios distritos de Portugal y los servicios meteorológicos esperan que, salvo las zonas del litoral, sujetas a un fuerte oleaje, la situación mejore en las próximas horas en la mayoría del territorio continental luso.
EFE