Dos hombres fueron ahorcados en la madrugada de hoy en público en una calle de Teherán, condenados a muerte por robo, informó la agencia estudiantil de noticias iraní, IRNA.
Eñl pasado mes de diciembre, los ahora ahorcados, junto a otros dos amigos, atacaron y golpearon a un hombre peatón cerca de la zona donde hoy fueron ahorcados, con un arma blanca y le pidieron que les diera dinero y todo lo de valor que llevaba.
Según la agencia los otros dos cómplices fueron condenados a diez años de prisión, 74 latigazos y a 5 años de exilio en una ciudad que no se anunció.
Los ahorcados, identificados como Alireza Mafiha y Mohamad Ali Soruri, fueron declarados culpables de “enemistad con Dios” (moharebeh) y “corrupción en la tierra”.
Irán, con 676 ejecuciones en 2011, fue el segundo país del mundo en aplicación de la pena de muerte, por detrás de China y por delante de Arabia Saudí, según organizaciones internacionales.
En uno de sus últimos informes, el relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Irán, Ahmed Shahid, se mostró preocupado porque la República Islámica haya multiplicado casi por siete las ejecuciones desde 2003, cuando se contabilizaron cien.
Shahid indicó que el 81 % de las penas de muerte en Irán en 2011 estuvieron relacionadas con el tráfico de drogas y reclamó al Gobierno de Teherán una moratoria de las ejecuciones para todos los delitos, que conmute las pendientes por lapidación y prohíba la ejecución de menores, como establece el derecho internacional.
En Irán, un estado teocrático musulmán chií, rige una interpretación de la ley islámica, o Sharía, por la que se condena a muerte a los asesinos, violadores, narcotraficantes y a aquellos que atentan contra la ley de Alá y la República Islámica. EFE