El colectivo que el lunes en la madrugada ultimó a Elías Benjamín Laya Salazar, de 17 años de edad; Ángel Rodríguez, de 22 años de edad; y a César Andrés Torres Arreaza, de 26 años de edad, en el bloque 32, Zona E del 23 de Enero, difundió panfletos que contienen 15 nombres de personas que están sentenciadas a muerte. En esa lista figuran las 3 víctimas de la primera arremetida, publica El Nacional.
Fuentes extraoficiales informaron que al apartamento 81 de ese bloque ingresaron siete sujetos que se cubrían la cara con pasamontañas rojos, vestían pantalón verde militar, y portaban fusiles R15 y armas cortas.
Las puertas de los apartamentos de Rodríguez, Torres y Laya las violentaron con patas de cabra. Se conoció que cuando la familia de Torres oyó que abrían la puerta lo ocultaron y cuando los encapuchados entraron no lo encontraron. En el momento en que el grupo armado se retiraba uno de ellos recibió una llamada que le aseguró que Torres, que laboraba como mototaxista, estaba dentro del inmueble y que debían buscarlo.
En el rastreo los individuos lo encontraron y Torres tomó en brazos a su hijo de 4 años de edad mientras los integrantes del colectivo Henry Suárez, como se identificaron en el panfleto, amenazaron con matar al niño. Luego Torres forcejeó, luchó con ellos y finalmente lo mataron con disparos de R15.
El Eje Oeste de Homicidios del Cicpc inició la pesquisa para establecer el móvil de este hecho. Investigan si la muerte de Torres tuvo su origen en una discusión que tuvo en noviembre pasado con un vecino que tiene un familiar que integra el colectivo Henry Suárez. Posteriormente mataron a esa persona.
Torres Arreaza era padre de cuatro hijos. Laboraba en una línea de mototaxis que hace cuatro años fue fundada por su padre y tiene su parada frente a la estación Propatria del Metro de Caracas.
Se informó que en la incursión que hizo el colectivo en tres apartamentos del bloque 32 de la Zona E dos mujeres resultaron golpeadas y una fue herida de un disparo. El familiar de una de las víctimas, al referirse a los autores del triple homicidio, dijo: “No les deseo la muerte porque eso les queda muy grande”.
Un vocero explicó que una vez que se escucharon las detonaciones en esa parroquia, una comisión de la Guardia Nacional llegó a ese bloque que se enfrentó con los encapuchados y por eso siete vehículos resultaron con impactos de proyectiles.
Otro informante dijo que a una de las víctimas la lanzaron desde el piso 11 del edificio; con anterioridad lo conminaron a que él mismo se arrojara y que si no lo hacía lo amenazaron con tirar a su hijo recién nacido; finalmente lo lanzaron al vacío y murió por politraumatismos.