Este gobierno ha permitido la invasión pacífica y costosa en nuestro país, de un gobierno que tiene oprimida a una pequeña isla en el Caribe desde hace 54 años. Están en nuestros registros y notarias, en nuestro sistema de identificación nacional, dentro de los cuerpos de seguridad del estado, dentro de nuestras comunidades y barrios, en nuestros puertos y aeropuertos, en nuestros ministerios, en nuestros sistemas de telecomunicaciones, en fin, están en aquello que cualquier país soberano jamás permitiría que otro país tuviera injerencia.
Imagínense usted que un día le llegue un extraño a su casa, por orden de arriba, y se instale en su hogar e intervenga en la toma de decisiones con más autoridad que la de su pareja. Se entere de lo que hacen sus hijos, de cuanto gasta en el mercado, de cómo paga sus cuentas, de cuales son sus ingresos, de cuales son sus programas favoritos, de quienes son sus amigos, de cual es su rutina, etc. ¿Usted no lo permitiría verdad? ¿No dejaría que un extraño se metiera en su vida ni en la vida de su familia?
Entonces me pregunto: ¿cual es la diferencia entre nuestra familia y nuestro país? Fidel Castro aprovecho la oportunidad que éste gobierno le facilitó, para meter a un gentío nacional de la isla, para que nos jurungaran hasta el alma. La dependencia es tal, que ahora todo el ejecutivo viaja a trazar estrategias de gobierno con los Castro, mientras Chávez permanece en una especie de secuestro en la isla, convaleciente de su enfermedad, sin que ningún venezolano, apartando su equipo de gobierno, sepa cual es el verdadero estado.
Como venezolana no me explico como llegamos a esta dependencia y a este sometimiento. ¿En que momento perdimos nuestra venezolanidad? ¿Cómo pasamos a ser un país que regala sus riquezas a otros países, teniendo venezolanos viviendo en pobreza extrema, creciendo entre la desidia y el abandono gubernamental? ¿Cómo es posible que tengamos que importar hasta las caraotas negras que nos comemos, cuando antes éramos un país productor? ¿Como es posible que las familias tengan que vivir la angustia de enterrar a sus seres queridos, victimas de la terrible delincuencia que el gobierno ha permitido que se arme, y que no combate con la fuerza e interés debida, porque esta ocupado haciendo propaganda política a una revolución que solo es la copia burda del castro comunismo?
Le pregunto a usted, que simpatiza con el proyecto de Chávez, ¿realmente esta de acuerdo con la injerencia extranjera en la médula ósea de nuestra sociedad? ¿Esta de acuerdo que este gobierno haya preferido darle trabajo a chinos, rusos, bielorrusos, iraníes y cubanos, antes que a los venezolanos? ¿Esta de acuerdo en que el gobierno se haya convertido en el Santa Claus de los países del Caribe y algunos sudamericanos y se haya olvidado de las verdaderas necesidades los venezolanos? Porque no se trata de una beca ni de una misión que mitigan el hambre pero que no le dan la oportunidad verdadera de progresar para obtener un mejor futuro. Se trata de de que usted tenga seguridad para vivir en paz, un sistema de salud moderno y eficaz, oportunidades de empleo con un sueldo acorde con su desempeño, oportunidad de obtener una vivienda digna, buenas escuelas y universidades para sus hijos, servicios públicos que sirvan y mejoren su calidad de vida, entre tantas cosas. Se trata de invertir primero en Venezuela y en los venezolanos.
Termino este artículo tratando de comprender como es posible que en este mundo globalizado y moderno, donde los países se alían para solidarizarse con causas justas, donde los derechos humanos son el credo de las sociedades modernas que luchan contra la discriminación y el odio, Venezuela este caminando en reversa, abrazando un retrogrado sistema totalitario, luego de haber sido ejemplo latinoamericano de Democracia y de haber ayudado a que países hermanos superaran largas dictaduras. ¿Qué nos pasa estimados lectores?