Su primera aparición en público, tras la confirmación de su embarazo fue a principios de diciembre pasado. Luego, se la vio un par de veces más. Siempre, con las manos, un ramo de flores o una cartera sobre la barriga, tapando lo que en breve ya no podrá ocultar: el hijo que lleva en el vientre, publica clarin.com.
La semana pasada, los ingleses pudieron ver la incipiente panza de la Duquesa de Cambridge que ya lleva casi cuatro meses de embarazo.
Kate fue fotografiada con botas de gamuza y un poncho con estampado escocés negro, blanco y gris que, a pesar de los intentos de la esposa del príncipe William, no logró ocultar del todo su pancita ni sus nuevas curvas.
Pero el poncho no es una adquisición reciente. Parece que Kate ha estado hurgando entre su ropa para poder ocultar su panza que no para de crecer. La capa escocesa es un modelo de 2010 de la firma española Zara, que tanto le gusta a la Duquesa.
Las botas que eligió son de la casa Really Wild de Londres y el modelo, “Seville” en color chocolate cuesta 295 libras esterlinas o unos 455 dólares. El look de la Duquesa se completa con las calzas y un pulóver negro. El pelo, atado en media cola.
El embarazo de Kate se tuvo que hacer público rápidamente porque la joven de 31 años fue internada en un hospital debido a fuertes náuseas y vómitos matinales. Desde entonces, ha intentado volver a sus tareas cotidianas, incluidas sus salidas de shopping.
Precisamente, las fotos que por estas horas circulan en Internet, fueron tomadas mientras la joven hacía compras para llenar su placard de ropa para embarazadas.
Según informan US Weekly y el sitio E!, que publicaron las fotos, Kate se mantiene a agenda llena en la medida en que su salud se lo permite y espera poder seguir activa hasta el final del embarazo. “Ella quiere mantenerse ocupada ahora que ella se siente mejor”, dijo una fuente del Palacio de Saint James.