La cantante y actriz Jennifer López y el rapero cubano-estadounidense Pitbull abrieron la ceremonia de los Grammy el domingo tomando el pelo a un email que recibieron los artistas invitados, en el que se pidió que mostraran menos piel en la fiesta de la música en Los Ángeles.
Jennifer López subió al escenario con un vestido negro y sobrio que cubría su torso, pero con una pronunciada apertura que dejaba al descubierto una pierna, un par de días después de que el canal CBS, que transmite los Grammy, pidiera a los asistentes vestirse con decoro.
“Como pueden ver, leí el memo”, bromeó la artista.
“Tú inspiraste el memo”, le respondió Pitbull.
El email, que había sido enviado a los invitados y fue filtrado esta semana a la prensa, pedía: “Por favor, asegúrense de que las nalgas y los senos estén adecuadamente cubiertos”.
“Eviten exponer piel desnuda bajo las curvas de las nalgas, así como la línea del trasero”, proseguía el email, publicado por Deadline Hollywood.
El nuevo código de vestuario luce como un llamado al orden tras ciertas extravagancias en el mundo de la música: en 2010, Lady Gaga llegó envuelta en carne cruda a los premios MTV; mientras en 2011 la misma cantante pop llegó a los Grammy metida en un huevo gigante.
Sin hablar del vestido verde de Versace que mostró sin pudores el torso delantero de la propia Jennifer López en los Grammy 2000, y que podría haber sido la inspiración a la que se refería Pitbull.
El rapero cubano y Jennifer López presentaron el premio a Mejor Actuación Pop Solo, que quedó en las manos de la británica Adele.
AFP