La devaluación de la moneda de Venezuela en casi un 32 % entra en vigor mañana, primer día hábil tras el festivo de carnaval, un descanso que se vio marcado por la medida decretada el pasado viernes por el Gobierno de Hugo Chávez, reseña Efe.
La devaluación deja atrás el cambio oficial de 4,3 bolívares por dólar y queda fijada en 6,3 bolívares, lo que fue explicado por el Gobierno como una necesidad en su lucha contra lo que llamó “brote inflacionario y especulativo”.
“En este momento tenemos un brote inflacionario y especulativo y el Gobierno tiene que actuar con eficiencia, con la firmeza que nos exige el presidente”, señaló ese día el ministro de Finanzas, Jorge Giordani.
Venezuela inició 2013 con una tasa inflacionaria del 3,3 % en enero, más del doble del 1,5 % del mismo mes del año pasado, para colocar la tasa interanual en 22,2 %.
El Gobierno fijó un sistema de control cambiario en febrero de 2003 tras una huelga que durante 63 días mantuvo la oposición política, empresarial y sindical en demanda de la renuncia de Chávez.
Las limitaciones al acceso de divisas manejadas por el Gobierno, en cuyas dependencias se deben cumplir engorrosos trámites, ha creado en estos diez años un ilegal mercado negro donde el dólar ya se cotiza tres veces más caro que la tasa oficial fijada el viernes.
Diez años después de la instauración del control estatal, Chávez convalece en Cuba de una cirugía a la que fue sometido hace dos meses -la cuarta desde que a mediados de 2011 se le detectó un cáncer de cuya naturaleza no se ha informado-, y desde entonces no se le ha escuchado y ni siquiera se le ha visto en fotografías.
El ministro Giordani y el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, mostraron el viernes la firma de Chávez en el respectivo decreto, como queriendo despejar dudas de que se trata de una decisión presidencial directa.
Tras las depreciaciones de la moneda en 2010 y 2011, el Gobierno evitó devaluar el bolívar en 2012, año de las elecciones presidenciales en las que Chávez logró su tercera reelección consecutiva, esta vez para gobernar hasta 2019.
A diferencia de devaluaciones anteriores, la nueva tasa de 6,3 bolívares se aplicará a todos los sectores sin tasas preferenciales para productos de necesidad básica.
Además del nuevo precio frente al dólar se creó el Órgano Superior para la Optimización del Sistema Cambiario y se eliminó el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme), que permitía a importadores y personas obtener dólares a través de la compraventa de papeles públicos, a una tasa levemente superior a la controlada.
Merentes señaló que, además, habrá “una flexibilización” en la disponibilidad de divisas para los exportadores, ya que a partir de ahora reintegrarán al BCV un 60 % de las divisas que obtengan de sus actividades, frente al 70 % que estaba establecido hasta ahora.
Sin embargo, Venezuela, poseedora de las mayores reservas mundiales de crudo del mundo, tiene una alta dependencia importadora y sólo en materia alimentaria compra en el exterior, de acuerdo a cifras oficiales, un 40 % de lo que consume.
El año pasado importó bienes por un valor de casi 57.000 millones de dólares, recordó Giordani, lo cual triplicaría el volumen normal de importaciones del país.
A las críticas opositoras a la medida, entre ellas las del líder opositor Henrique Capriles, quien acusó al Gobierno de haber escondido un “paquetazo rojo” y de haberse gastado el dinero del país en “campaña, corrupción y regalos en el exterior”, se sumaron censuras procedentes del chavismo en medios digitales.
En la página web aporrea.com, una de las más activas de los llamados “colectivos revolucionarios”, el médico Eliecer Alvarado subrayó: “Ante la mentira del Gobierno que no habría devaluación, sólo nos resta advertir que bolívar devaluado es igual a Gobierno devaluado“. EFE