“La suerte de Venezuela no me puede ser indiferente ni aun después de muerto”.
Simón Bolívar, 1828
Durante su famoso Manifiesto de Cartagena del 15 de diciembre de 1812, Simón Bolívar trató de explicar las causas de la muerte de la Primera República de Venezuela con las siguientes palabras:
“La disipación de las rentas públicas en objetos frívolos y perjudiciales, y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarias, jueces, magistrados, legisladores, provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República, porque la obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer papel moneda, sin otra garantía que las fuerzas y las rentas imaginarias de la Confederación”.
Aunque los términos burocracia, inflación y dinero inorgánico aún no se utilizaban en 1812, los resultados del mal manejo económico eran los mismos entonces que ahora. La creación de dinero inorgánico (sin respaldo monetario real en oro, plata o divisas) siempre ha sido uno de los peores males que jamás haya acechado a los pueblos. La inflación es el principal enemigo económico de los ciudadanos. Desafortunadamente, la (Primera) República de Venezuela fue concebida con ese mal en su vientre.
Simón Bolívar estaba claro que sustituir los viejos pesos españoles de plata por dinero “republicano” de papel destruiría finalmente la confianza en la nueva moneda. En el Manifiesto de Cartagena, Bolívar enfatizó cómo ¡la inflación era aún peor que la servidumbre!
Bajo el incompetente gobierno de la Quinta República, Venezuela ha acumulado más inflación que durante la Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Repúblicas juntas. Este gobierno quiere tanto a los pobres, según aclama oficialmente, que cada año produce más pobres. El mismo bolívar (Bs.) está tan devaluado, que el Padre de la Patria debe estar retorciéndose en la tumba ante la deshonra que le ha hecho Chávez.
La inflación es el peor enemigo económico de la democracia. La inflación es un impuesto diabólico que afecta más a quienes menos tienen. No hay democracia que aguante el empobrecimiento masivo de su población. El (des)gobierno actual ha producido la mayor inflación acumulada que haya conocido nuestro país, hasta el punto que ahora Chávez está matando de nuevo al bolívar.
Chávez supuestamente ordenó la reciente devaluación de casi 50% del bolívar que prácticamente corresponde a un asesinato de la moneda. ¿Hasta dónde llegará el bolívar muerto con este gobierno? ¡Chávez ha matado al bolívar, y puede pronto terminar también su mal llamada Quinta República!
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