Texto: pijamasurf.com
La discusión sobre la relación entre las máquinas (o la tecnología) y el trabajo humano (o su deshumanización) tiene por lo menos desde el inicio de la era industrial en el siglo 18. En muchos aspectos las máquinas o los robots son más eficientes que el cuerpo humano para realizar ciertas tareas –pero desplazar al ser humano presenta una disyuntiva ética, siempre cuando no esta proveyendo la supuesta bonanza y libertad que prometen los entusiastas de la tecnología. Pero si se quiere mantener al ser humano cumpliendo pequeas labores pueden utilizar máquinas para vigilar y controlar el trabajo humano.
Según un reporte publicado por el Irish Independent, el gigante de los supermercados, TESCO, ha atado brazaletes electrónicos a los trabajadores de sus bodegas para medir su productividad, siguiendo sus actividades de cerca para que la administración pueda saber cuando toman un descanso para beber agua o ir al baño. Las pausas se ven reflejadas como bajas en la puntuación del desempeño de productividad de los trabajadores -que después aparentemente son utilizadas para intimidarlos para que trabajen más rápido.