Tras su regreso a Caracas, el presidente Hugo Chávez está atendido por un grupo de médicos españoles y rusos, que le aplican un tratamiento «paliativo» pero no curativo del cáncerque padece desde hace casi dos años, según han informado fuentes periodísticas venezolanas. La oposición, mientras tanto, exige que jure con urgencia su cargo en público, y no en privado, o que lo muestren para saber si está en condiciones para gobernar.
LUDMILA VINOGRADOFF / Corresponsal en Caracas /ABC de España
El mandatario se enfrenta a diversos retos y exigencias, pese a que no hay imágenes suyas tras su vuelta a Venezuela. Según periodistas como Pedro García de «El Universal», «sólo cinco médicos -tres españoles, del equipo del doctor José Luis García Sabrido, y dos rusos- se están encargando de Chávez». A un lado habrían quedado los dos médicos cubanos que viajaron con él en un avión medicalizado desde La Habana.
«El objetivo es proporcionarle tratamiento paliativo, no curativo», afirma el periodista, quien subraya que ninguno de los médicos, enfermeras e incluso trabajadores de limpieza del hospital militar de Caracas, donde supuestamente está internado Chávez, «tiene acceso a la planta novena, el último del sanatorio, que fue remodelado hace meses para recibirlo».
El periodista afirma que Chávez que el tipo de cáncer que sufre el mandatario es presuntamente un «rabdomiosarcoma del psoas, un músculo que se encuentra detrás de la vejiga, un tumor sumamente raro en adultos», que habría hecho metástasis en los riñones, páncreas, huesos y pulmones. Lo que confirma las informaciones publicadas por ABC. El último parte médico oficial aludía a una insuficiencia respiratoria y que respiraba por una cánula traqueal.
Estudiantes y juristas
El secretismo con que el gobierno trata la enfermedad de Chávez ha impulsado a los estudiantes y juristas de la oposición a exigir a que lo muestren en público, para ver si está en condiciones de seguir gobernando. También exigen al Tribunal Supremo que Hugo Chávez jure con urgencia su cargo en público y no en privado; de lo contrario habría que inhabilitarlo y convocar nuevas elecciones.