Documentos estadounidenses dados a conocer recientemente indican que el ex dictador chileno Augusto Pinochet planeaba hacer uso de la violencia para anular el plebiscito de octubre de 1988, que marcó el final de su brutal régimen. El plan fue rechazado por sus generales, según los documentos.
El momento previo a dicho referéndum en la historia chilena es el que retrata la cinta “NO”, nominada a mejor película en lengua extranjera en la entrega de los Premios Oscar que se celebra este domingo.
Dichos documentos, que eran secretos y fueron publicados el viernes por el Archivo Independiente de Seguridad Nacional de Estados Unidos, también muestran que funcionarios estadounidenses advirtieron a los líderes chilenos que evitaran la violencia en caso que Pinochet recurriera a ésta para permanecer en el poder.
Pinochet “planeaba hacer lo que fuera necesario para permanecer en el poder”, apenas un día antes del referéndum del 5 de octubre de 1988, según un documento de la Agencia de Inteligencia Militar, basado en información de un oficial de la Fuerza Aérea chilena.
“Supuestamente, Pinochet les dijo a sus asesores, ‘no me iré, sin importar lo que ocurra”’, decía el documento.
Los archivos también mostraban que los funcionarios y las agencias estadounidenses apoyaban la campaña en contra de Pinochet, a pesar de que Washington trabajó para socavar el gobierno socialista de Salvador Allende, derrocado por Pinochet en 1973, mediante un golpe. Inicialmente, Estados Unidos apoyó al gobierno de Pinochet.
Según la información, Pinochet estaba furioso después de los resultados de la votación.
En un último intento de retener el poder, el dictador, que alguna vez se comparó a sí mismo con los más grandes emperadores romanos, pidió a los miembros de la junta militar que se reunieran en su oficina en el palacio presidencial a la 1 de la mañana, según un reporte del Departamento de Defensa llamado: “Chile: plebiscito avanza y Pinochet al parecer pierde”.
Una fuente de la CIA en la reunión describe a Pinochet como “casi apopléjico” por los resultados.
“Pinochet estaba preparado la noche del 5 de octubre para desestimar los resultados del referéndum”, dijo un informante en un reporte del Departamento de Estado titulado “La junta chilena se reúne la noche del plebiscito”.
Pinochet tenía un documento preparado para que otros generales firmaran y “habló de usar los poderes extraordinarios para que las fuerzas armadas tomaran la capital”, decía uno de los reportes del Departamento de Defensa.
Pero incluso sus más cercanos colaboradores dijeron que no. El comandante de la Fuerza Aérea, general Fernando Matthei, “le dijo a Pinochet que no estaba de acuerdo con eso bajo ninguna circunstancia… Pinochet volteó hacia los otros e hizo la misma petición y fue rechazado”.
Al perder todo el apoyo para desestimar el referéndum, Pinochet aceptó su derrota.
La película chilena “No” se basa, precisamente, en la campaña de publicidad que ayudó a quitar el poder a Pinochet y que devolvió la democracia al país.
El general detentó el poder de 1973 a 1990. Murió bajo arresto domiciliario, sin siquiera haber sido juzgado, a pesar de los cargos de enriquecimiento ilícito y violaciones a derechos humanos.
“Negociamos con él porque nunca pudimos juzgarlo y Pinochet murió como un hombre libre y acaudalado”, dijo Pablo Larraín, director de la cinta “NO” en una entrevista el mes pasado con The Associated Press.
En julio, el estreno de la cinta en Santiago agitó a buena parte del público debido a que Chile continúa profundamente dividido por el régimen de Pinochet.
Pinochet cerró el Congreso, persiguió a partidos políticos y envió a miles de disidentes al exilio, mientras que su policía torturaba y mataba a miles de personas.
Sin embargo, sus simpatizantes lo consideran una figura paterna que llevó a Chile al crecimiento y la prosperidad económica, y evitó que se convirtiera en un fallido estado socialista.
“Dada la naturaleza arraigada y violenta de la dictadura de Pinochet, la victoria de la campaña por el No es aún más dramática”, dijo Peter Kornbluh, autor de “El archivo Pinochet: un dossier revelado sobre la atrocidad y la rendición de cuentas”.
Cuarenta años después del golpe de estado, Kornbluh dijo que “no sólo es importante recordar cómo asumió el poder, sino que fue obligado a renunciar”.
AP