La incertidumbre sobre el estado de salud de Hugo Chávez se complicó en las últimas horas cuando los principales funcionarios de su gobierno se atropellaron difundiendo informes contradictorios que, en minutos, pasaron de un súbito agravamiento a una mejoría presentándolo activo en extensas reuniones ministeriales. Por Ludmila Vinogradoff/ Especial Para Clarín
Este cruce, que involucró al canciller por un lado y al vicepresidente por el otro, descubrió además al ministro de informaciones Ernesto Villegas poniendo sobre la mesa otro dato inquietante al negar la existencia de planteos militares contra el gobierno.
Según esos rumores, el ministro de Defensa, Diego Molero Ballavia, le habría exigido al Ejecutivo que informe la verdad sobre el estado de salud de Chávez. La versión añadía que el vicepresidente Nicolás Maduro le exigió la renuncia y eso fue lo que disparó la supuesta inquietud en Fuerte Tiuna, la mayor guarnición de Caracas. “Está todo tranquilo”, dijo el funcionario quien ya el jueves había anticipado la reaparición de dificultades en la salud del comandante.
El estado de confusión es fuerte en Venezuela. Ayer, el canciller Elías Jaua había dicho que la insuficiencia respiratoria que afecta a Chávez de resultas de su tratamiento contra el cáncer “se ha incrementado”, similar a lo que antes había dicho Villegas. Pero un rato después, en el horario poco frecuente de la medianoche, Maduro apareció en la televisión oficial, en lo que pareció un desmentido a sus funcionarios, al relatar que “estuvimos unas cinco horas y media en 3 sesiones de trabajo con el comandante Hugo Chávez”.
Maduro reconoció que Chávez no puede hablar porque tiene una cánula traqueal. Sin embargo, aclaró que “se comunica por escrito” o “por distintas vías”, que no detalló. “El comandante presidente está reflexionando, como ustedes saben, un conjunto de acciones económicas que van a poner al pueblo muy, muy feliz”. El funcionario aludió al doble problema de una inflación de precios creciente y a la escasez de alimentos. “Tenemos a una burguesía parasitaria representada en Fedecámaras (la cámara patronal) y a sus socios. Hay empresarios bandidos que financian con miles de millones de bolívares a la derecha corrupta, ellos lo ven normal”.
Maduro insistió en que Chávez se mantiene con “un ánimo extraordinario, con una sonrisa y ojos vibrantes y con una fuerza de voluntad inmensa.
“Salimos (de las reuniones) llenos de su energía, de su fuerza, para transmitírsela a nuestro pueblo y siempre comprobando la sabiduría inmensa que tiene el Comandante”, remarcó.
El discurso nocturno enfureció a la oposición, que ayer lanzó una marcha de protesta para repudiar el último paquete de ajuste que incluyó la devaluación del 32% de la moneda y la falta de información sobre lo que le sucede realmente al jefe de Estado. “Dicen que tuvieron una reunión de cinco horas con el presidente, eso nadie se lo cree”, atacó el alcalde mayor de Caracas, el opositor Antonio Ledezma. “Exigimos la verdad”, remarcó.
Desde que Chávez partió a Cuba dos meses atrás, y aunque fue traído hace pocos días a Venezuela, nunca se lo volvió a escuchar y ninguno de sus aliados internacionales lo pudo visitar personalmente. A ese cuadro se suman los últimos informes contradictorios.
La protesta opositora se hizo en la Plaza Brion de Chacaíto encabezada por la coalición Mesa de la Unidad Democrática. Pero, al mismo tiempo, los chavistas de base se concentraron en las escalinatas de El Calvario frente a Miraflores, el palacio de gobierno, para rezarle a su presidente, encendiéndole cientos de velas para que se recupere y poderle ver nuevamente el rostro.