Fusiles y granadas, pasando por chalecos antibalas y municiones, son parte de las ofertas de ese mercado negro en el municipio, publica Correo del Caroní.
¿Una granada? 3 mil bolívares. ¿Una ametralladora? 25 mil bolívares. ¿Un fusil? 50 mil bolívares. ¿Un chaleco antibalas? 5 mil bolívares.
Eso es sólo una modesta parte del mercado negro de armas de guerra en Ciudad Guayana, que quedó una vez más en evidencia, con un allanamiento el lunes en Las Casitas de Core 8. Todo ello al margen de la Ley de Armas y Explosivos, vigente desde 1939, que establece que las armas de guerras son de uso exclusivo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Germán Dam V.
Foto Wilmer González
Fue grande la sorpresa que se llevaron los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que realizaron el allanamiento el pasado lunes. En el interior de la vivienda se toparon con un Fusil de Asalto Liviano (FAL), dos AK-47, una subametralladora y tres chalecos antibalas. También encontraron 232 municiones de gran calibre.
El hallazgo no sólo sorprendió a gran parte de la ciudadanía guayanesa, sino que también encendió las alarmas en el país. Casualmente, a los dos días de la incautación de este arsenal de guerra, la Asamblea Nacional (AN) anunció que para esta semana retomarían las labores de diseño y elaboración de la ley desarme.
Sin embargo, existen grupos que no resultaron sorprendidos ante lo hallado por el Cicpc en Las Casitas del Core 8. “Eso no es nada… acá (en Ciudad Guayana) hay patas largas -como son conocidos los fusiles en el argot criminal- pa’ tirá pa’ arriba. Lo que pasa no todos no se boletean”, aseguró el propietario de un Steyr AUG, ingresado ilegalmente al país.
Indicó, sin querer mencionar bandas o sectores para no verse comprometido, que tanto en Puerto Ordaz como en San Félix existen diversos grupos que cuentan con arsenales de fusiles, subametralladoras, granadas de todo tipo, chalecos antibalas y pistolas de alto calibre. “Y no es un pata larga, una metra y una granada… tienen de 10 pa’lante”, acotó.
¿Qué es un arma de guerra?
La Ley de Armas y Explosivos, estatuto venezolano que regula la materia armamentista desde el 12 de junio de 1939, establece, en su artículo 3º que las armas de guerra son “todas las que se usen o puedan usarse en el Ejército, la Guardia Nacional y demás Cuerpos de Seguridad, para la defensa de la Nación y resguardo del orden público”.
En este mismo artículo se catalogan como armas de guerra: cañones, obuses, morteros, ametralladoras, fusiles, carabinas y mosquetones; pistolas y revólveres de largo alcance; y, en general, todas aquellas armas que pudieren ser útiles en la guerra, de todas clases y calibres, de un tiro, de repetición, automáticas y semiautomáticas y sus respectivas municiones y aparejos para ponerlas en actividad; sables, espadas, espadines, lanzas y bayonetas; aparatos lanzallamas; bombas, granadas de mano; gases y sustancias agresivas, así como las armas y dispositivos que puedan arrojarlos o los envases que puedan contenerlos”.
El artículo 7 de esta ley sanciona que la importación, fabricación, porte, detención y ocultamiento de las armas y municiones de guerra, por particulares, se castigará de conformidad con las disposiciones pertinentes del Código Penal. Este último, en el artículo 275º castiga estos delitos con prisión de 5 a 8 años.
“De 40 palos pa’ lante”
El mercado de las armas ilegales en Ciudad Guayana no sólo se limita a pistolas, revólveres, escopetas y escopetines de cualquier calibre. Granadas, fusiles, subametralladoras y chalecos antibalas también forman parte de la demanda de las bandas criminales que operan en el municipio Caroní y en otras partes del estado Bolívar.
“Un pata larga se encuentra de 50 palos (50 mil bolívares) pa’lante… puede llegar a 60 o 70 palos, dependiendo del estado y la cantidad de peines y balas que quieras. Una metra (como le dicen a las ametralladoras y subametralladoras) está entre los 25 y 30 palos”, explicó a Correo del Caroní un hombre dedicado al comercio de todo tipo de armas.
Respecto a las granadas, aseguró que pueden encontrarse entre 3 mil y 5 mil bolívares. Un chaleco antibalas puede rondar los 5 mil bolívares, dependiendo del grado de protección que brinde al usuario. “Gran parte se trae de afuera, por la frontera… aunque no es tan fácil, porque primero hay que hablar con los guerrilleros que nos distribuyen”, agregó.
Según el informante, con el que se acordó su anonimato para conceder la entrevista, otra forma de proveerse de armas de guerra es con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Comentó que también se abastecen robando colecciones privadas, “porque nadie va a denunciar que le robaron un fusil que tenía de forma ilegal en su casa”.
Privados de libertad
Seis medidas privativas de libertad y una libertad bajo presentación fue el resultado de la audiencia de los 7 detenidos tras el hallazgo de tres armas de guerra, tres chalecos antibalas, dos pistolas, un revólver y 232 municiones en el allanamiento practicado el lunes, por el Cicpc, en Las Casitas del Core 8.
El Tribunal 4º de Control ordenó el traslado de Edward Ignacio Mujica, alias el Nacho; Luis Antonio Figuera, Carlos Pulido, Rolando Romero y Ramsés Andrade a la cárcel de Vista Hermosa. A Augusto César Franceschi, funcionario de Patrulleros de Caroní, se le mandó a recluir en los calabozos del organismo del que forma parte.
El adolescente fue dejado en libertad bajo presentación. La Sala de Flagrancia acusó a todos los detenidos por resistencia a la autoridad, ocultamiento de armas de fuego, ocultamiento de armas de guerra y municiones, asociación para delinquir y sustracción de objetos de oficinas públicas. A “el Nacho” también lo imputaron por homicidio calificado.
Seguimiento a un problema social
En 2011, Correo del Caroní publicó una serie de trabajos en los que se presentaban aristas referentes a las armas ilegales en Ciudad Guayana.
Entrevistas con delincuentes, representantes de organizaciones no gubernamentales, un diputado integrante de la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional (AN) para el Proyecto de la Ley de Desarme y con el secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, formaron parte de los trabajos presentados entre agosto y noviembre de ese año.
A continuación los enlaces de las publicaciones:
–Mercado ilegal de armas apalanca industria del delito en Guayana
–Auge del tráfico de armas ilegales desarticula políticas de seguridad
–“No debemos repetir el error de aprobar una Ley Desarme sin una base científica y social”