AFP
“Queríamos saber por qué el sistema inmunitario se debilita después de las misiones espaciales”, explica a la AFP el profesor Jean-Pol Frippiat, de la Universidad de Lorraine de Nancy (este de Francia), que dirigió el estudio, iniciado en 2005.
“En un vuelo espacial hay muchas modificaciones del entorno, numerosos factores de estrés: la microgravedad, la hipergravedad durante el despegue, choques térmicos, perturbaciones vinculadas a la alternancia del día y la noche”, enumera el doctor.
El problema viene siendo observado desde las primeras misiones lunares estadounidenses Apollo, en los años 1960 y 1970.
Para determinar cuál era el factor determinante, los científicos enviaron a la Estación Espacial Internacional (ISS) huevos de gallipatos, una especie de tritón.
“Luego hemos reproducido en tierra cada uno de estos factores de estrés, en condiciones espaciales, con los tritones. En cada ocasión, estudiamos la producción de anticuerpos”, detalló el científico.
Al término del estudio, los investigadores constaron que sólo la ingravidez influye en los anticuerpos, de forma cuantitativa y cualitativa.
“Algunos aumentan, y otros disminuyen”, explicó el profesor Frippiat.
El debilitamiento del sistema inmunitario es la razón por la que los científicos ponen a los astronautas en cuarentena antes del despegue.
Jean-Pol Frippiat advirtió además sobre los peligros sanitarios que implican los “viajes largos” al espacio.
“Actualmente, las misiones a la ISS son de corta o media duración. Por ejemplo, para un viaje de diez días, se necesitan quince después del regreso para que el sistema inmunitario se normalice. Pero no conocemos los efectos de un viaje muy largo al espacio”, observa.
El estudio fue publicado en la revista norteamericana The Faseb Journal, en cooperación con investigadores de la Universidad de Luxemburgo.