Independientemente de las críticas, la Mesa de la Unidad Democrática se mantiene como la principal representación de las fuerzas políticas que aspiran encauzar a Venezuela por el sendero de las libertades, la fraternidad, respeto ciudadano y la unión de los venezolanos.
Su consolidación, reconocimiento y vigencia pasa porque exista discusión, consenso y acuerdos que permitan orientar la praxis política por un norte claro, evitando caer en errores y terrenos pantanosos en los cuales cuesta mucho caminar y levantarse.
Un solo error grave bastaría para derrumbar el terreno ganado con la MUD. De allí que una vez alcanzado un compromiso democrático– y vaya que cuesta horas de tiempo y esfuerzo establecer un acuerdo – las fuerzas políticas sencillamente lo asumen a lo interno de su respectiva organización, convirtiéndolo en una especie de pacto sagrado.
El escenario político nacional oficialista está construido con base al autoritarismo, al irrespeto de los liderazgos e inexistencia de compromisos mientras que en el otro sector donde se ubican los partidos de la MUD se intenta crear un ambiente político diferente que significa un cambio de actitud por parte de los líderes y sus organizaciones para poder contrastar con el gobierno nacional, mediante el uso de mecanismos democráticos.
Es un asunto crucial para los partidos de la MUD alcanzar, mantener, los consensos y compromisos en torno a los problemas del país y en especial con respecto a las candidaturas de gobernadores y alcaldes, aspecto sobre el cual ya se cumplió un primer paso, los acuerdos en torno a los gobernadores, pasándose ahora a la siguiente fase, de los burgomaestres.
Hoy más que nunca, la unidad es necesaria y la misma pasa por honrar las candidaturas acordadas en el seno de la MUD. Por esa razón, cuando el coordinador de la Mesa, Ramón Guillermo Aveledo, ratifica que, en el caso de la alcaldía de Maracaibo la candidata es Evelíng Trejo de Rosales, está expresando el consenso político alcanzado en el Zulia, donde las fuerzas políticas representadas estuvieron de acuerdo en lanzar a Pablo Pérez para la gobernación y a Trejo de Rosales para Maracaibo, entre otras candidaturas municipales.
Se entiende que existan legítimos aspirantes, que haya forcejos al nivel municipal, pero la dramática coyuntura nacional exige anteponer la palabra empeñada de los dirigentes y partidos por encima de cualquier circunstancia.
Porque, en primera instancia, se requiere de una institución unitaria fuerte, creíble y respetable como es actualmente la Mesa de la Unidad, condición que se logrará preservar si y sólo si las organizaciones y sus miembros actúan en el sentido correcto de acatar y defender las grandes decisiones, los acuerdos en los respectivos niveles: nacional, regional y municipal. Pretender desconocer los compromisos en el escenario de las próximas elecciones municipales equivaldría a intentar dinamitar la Mesa, de hacerla explosionar en mil pedazos difíciles de recomponer en el corto tiempo.
El compromiso unitario es, entonces, una condición imprescindible para afrontar el próximo reto nacional: las elecciones presidenciales y aquel candidato a elegir deberá tener detrás de sus espaldas una MUD fortalecida y sólida que le sirva de plataforma electoral.
Por tal razón, el cumplimiento de los acuerdos alcanzados es esencial para moldear un gran pacto democrático nacional al estilo Chile. Aquellos cuyos nombres asoman en calidad de aspirantes a alcaldes, pero se topan con la existencia de un consenso acordado alrededor de determinados candidatos, deben tener la paciencia y la sabiduría necesarias para comprender la complejidad del momento y actuar en términos de respeto y caballerosidad política.
Deben saber esperar, porque pretender cambiar los compromisos de la MUD para adecuarlo a sus propios intereses constituye un innecesario esfuerzo e, intentar buscar otras vías, como postularse fuera del marco de la MUD, sería un verdadero suicidio político.
La candidatura de Evelíng Trejo de Rosales a la Alcaldía de Maracaibo constituye un compromiso político del más alto nivel porque fue acordada por todos los partidos que hacen vida en la Mesa de la Unidad Democrática y de allí que, como dijera Aveledo recientemente, “no hay que hacer ningún pronunciamiento porque ya está la candidata”.
@exequiades