En menos de cinco años, un matrimonio de un hombre y una mujer pudieran verse a bordo de una astronave rumbo a Marte en una audaz misión privada que los haría dar la vuelta al planeta rojo, según un plan anunciado el miércoles por un magnate financiero y su equipo.
El vuelo sería un viaje sin comodidad alguna que llevaría a la pareja de astronautas hasta 100 millas (160 kilómetros) de Marte, pero también significaría estar juntos 16 meses en una estrecha cápsula espacial.
El plan privado sin fines de lucro, llamado Inspiration Mars (Inspiración en Marte), tiene por fin aprovechar la cercanía de las órbitas de los dos planetas, algo que sólo sucede una vez cada 10 años. La agencia espacial estadounidense NASA no tiene participación en el plan.
En su lugar, los que respaldan el proyecto planean usar un cohete y cápsula espacial privados y algún tipo de hábitat que pudiera ser inflable, con un diseño austero que pudiera llevar dos personas a Marte por una fracción de lo que le costaría a la NASA hacerlo con robots, dijeron funcionarios.
La tripulación no tendría que aterrizar en Marte ni usar trajes espaciales para salir al exterior de la nave. El matrimonio contará con la cantidad mínima de alimentos, agua y ropa, y la orina se procesará para convertirla en agua potable.
“No será una misión fácil”, dijo Taber MacCallum, director técnico del proyecto y tripulante potencial, en una entrevista.
Pero la misión también es en extremo peligrosa, más de lo que una entidad gubernamental autorizaría, reconocen los funcionarios.
“Es un riesgo que vale la pena”, dijo MacCallum, quien agregó que recuerda los días en que la gente se arriesgaba cuando era algo significativo, y que el plan pudiera ser una inspiración, especialmente para los estudiantes.
La misión recibirá el financiamiento inicial del multimillonario Dennis Tito, el primer turista espacial. MacCallum dijo que el equipo declina revelar cuánto costaría el vuelo, pero que expertos no afiliados afirman que el costo sería superior a 1.000 millones de dólares.
Y en lo referente a por qué escoger a una pareja para el viaje, MacCallum dijo: “Es algo muy simbólico y necesitamos representar a la humanidad con un hombre y una mujer”.
Agregó que si se trata de un hombre y una mujer en un viaje tan largo y en condiciones estrechas, tiene sentido que estén casados para que puedan darse el apoyo emocional que probablemente necesitarán cuando miren por la escotilla y vean empequeñecerse la Tierra con la distancia: “Si eso no asusta, entonces no sé qué otra cosa pueda ser”.
David Steitz, portavoz de la NASA, expresó en un comunicado que el plan valida la decisión del presidente Barack Obama de depender más de la inventiva del sector privado para explorar el espacio y es “una muestra de la audacia del sector aeroespacial comercial de Estados Unidos y el espíritu aventurero de los ciudadanos exploradores estadounidenses”.
El cronograma de la misión se anunciará en un documento técnico que se presentará el mes próximo en una reunión científica. El plan contempla que el lanzamiento sea el 5 de enero de 2018, que la nave le de la vuelta a Marte el 20 de agosto de 2018 y regrese a la Tierra el 21 de mayo de 2019.
Scott Hubbard, profesor de la Universidad de Stanford y ex jefe de misiones a Marte de la NASA, dijo que el documento es “una inspiración larga con pocos detalles técnicos. Lo que está ahí es correcto”.
“Es algo audaz decir: ‘Voy a volar a Marte en cinco años’ “, dijo MacCallum, quien formó parte del equipo que vivió dos años en la Biosfera 2, una suerte de terrario enorme que debía imitar una misión a otro planeta. AP