Las autoridades de Florida (EE.UU.) estudian hoy la apertura de un nuevo socavón en el jardín de unas viviendas, a menos de tres kilómetros del que la semana pasada se tragó a un hombre, sin que su cuerpo pudiera ser rescatado
EFE
Este segundo socavón es algo más pequeño que el formado el pasado jueves también al este de Tampa: tiene unos tres metros de profundidad y está situado en la parte trasera de unas viviendas, según detalló un portavoz de la Policía del condado de Hillsborough.
Añadió que ambos sumideros no tienen relación entre sí e indicó que éste último afecta a dos viviendas. Una de ellas no está habitada y el incidente no ha causado daños a nadie.
En declaraciones a la prensa, el administrador del condado, Mike Merrill, detalló que se ha detectado un tercer agujero en Largo, también en la zona central de Florida aunque al oeste de Tampa. Recordó que es algo que ocurre con cierta frecuencia en este estado aunque no se le suele prestar tanta atención.
Efectivamente, este tipo de agujeros son relativamente habituales en Florida, debido al terreno de piedra caliza y otras rocas carbonatadas sobre el que se asienta, que se erosionan fácilmente con el agua subterránea creando sumideros que, en ocasiones, provocan el derrumbe de lo que tienen encima.
Según un informe del Comité de Banca y Aseguradoras del Senado de Florida, sólo entre 2006 y 2010 se presentaron en este estado 24.671 reclamos de indemnizaciones por socavones de esta naturaleza, lo que supone una media de 17 reclamaciones al día.
Lo que no es tan común es que estos socavones provoquen la muerte de alguien, como ocurrió el pasado jueves cuando se abrió uno en pleno dormitorio de una vivienda, de unos nueve metros de profundidad. Jeff Bush, un hombre de 36 años que en ese momento estaba durmiendo, cayó en él y fue imposible rescatar su cuerpo.
Su hermano Jeremy, que también estaba en la casa, oyó un fuerte golpe y posteriormente escuchó los gritos de su familiar pidiéndole ayuda. Cuando llegó al dormitorio y encendió la luz sólo vio un enorme agujero en el suelo y parte del colchón de la cama.
Trató de escarbar entre los escombros hasta que llegó la Policía, que le ayudó a salir porque el suelo de la vivienda era muy inestable y existía el riesgo de que el socavón siguiera agrandándose.
Inicialmente el agujero tenía entre 6 y 9 metros de diámetro, aunque fue agrandándose con el paso de las horas, hasta alcanzar más de 15 metros de profundidad.
Las autoridades decidieron el sábado demoler la casa, tras abandonar la búsqueda del cuerpo debido a la inestabilidad del terreno de la zona.
Los trabajos de demolición de la vivienda fueron lentos y concluyeron el lunes, porque las máquinas debían colocarse fuera del perímetro de seguridad, de unos 30 metros de diámetro.
Según el Departamento de Protección Medioambiental de Florida, este tipo de sumideros, o simas, se forman en terrenos kársticos principalmente por el colapso de sedimentos superficiales en los huecos subterráneos y cavidades en la roca caliza.
Las aguas subterráneas ligeramente ácidas disuelven lentamente la roca creando cuevas en la piedra caliza. Cuando esta se agranda hasta el punto de que el techo de la cavidad ya no puede soportar el peso de los sedimentos superiores, la tierra se hunde en lo que se asemeja a un desagüe.