Siete de cada 10 mujeres sufren agresiones físicas, psicológicas o sexuales, mientras que cada dos días una mujer es asesinada en Bolivia; por lo que organizaciones civiles reclaman al Estado políticas integrales para frenar esta grave situación.
“Ésta es una cruda realidad: los datos muestran que entre 2009 y 2012 se han registrado un total de 621 muertes violentas de mujeres por feminicidios e inseguridad ciudadana contra mujeres”, dijo a la AFP la directora de la influyente ONG privada Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM), Mary Marca.
Los feminicidios son los asesinatos “hacia la mujer, por su condición de mujer, cuando el autor es el esposo, el enamorado o el concubino”, mientras que los crímenes por inseguridad ciudadana son aquellos en los que “la mujer ha sido asesinada por un desconocido, después de haber sido violada sexualmente”, explicó Marca.
“En los primeros dos meses de enero de este año hemos registrado 21 feminicidios y 8 asesinatos, es decir, que cada dos días hay una mujer víctima de asesinato o feminicidio en nuestro país”, insistió la directora de la ONG.
Los crímenes violentos son el desenlace trágico de una cadena de agresiones que suelen sufrir las mujeres de manera previa: “Las mujeres que han sido asesinadas, han sido primero víctimas de agresiones y torturas”, afirmó Marca.
La jefa de la Dirección de Género del municipio de La Paz, Tania Nava, explicó a la AFP que “siete de cada 10 mujeres en Bolivia han sido víctimas de agresión física, psicológica o sexual, frente a dos de cada 10 hombres”, en una sociedad que cuenta con 10 millones de habitantes, con una proporción del 50% por cada género.
El drama de las mujeres en Bolivia es que, además de ser atacadas o asesinadas, la mayoría no denuncia al agresor y los juicios son lentos. “Hemos registrado entre 2007 y 2011 un total 442.056 denuncias, pero sólo un 9% ha recibido sentencia”, amplió la directora del CIDEM.
“Toda esta violencia es el resultado de una sociedad, como la boliviana, machista y patriarcal. Lo patriarcal es porque la relación entre hombre y mujer es de desigualdad, hay una relación desigual de poder, una mínima posibilidad de participación a las mujeres, recluida a las labores de la casa”, manifestó Marca.
Según la directora de Género de la alcaldía de la capital, existe una cadena de problemas muy complejo: una sociedad machista genera violencia física, psicológica y sexual que termina en feminicidios.
La legislación y la protesta
Uno de los recientes casos de muerte violenta en Bolivia lo sufrió la periodista Hanalí Huaycho. El 12 de febrero fue asesinada por su esposo en su casa, y delante de su pequeño hijo de 5 años, al recibir 15 puñaladas por parte de su marido, el teniente de policía Jorge Clavijo.
El hecho desencadenó fuertes protestas, lo que empujó al Congreso, controlado por el oficialismo, a aprobar una “Ley Integral para garantizar a las Mujeres una vida Libre de Violencia”, texto que será promulgado el sábado por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
La novedad de la norma es que se establece el delito de “feminicidio” y la sanción de 30 años de prisión sin derecho a indulto para el responsable del crimen.
Sin embargo, tanto la directora del CIDEM como la responsable de la oficina de Género de La Paz consideran que la norma, si bien es un avance, es muy enunciativa, y requiere de posteriores ajustes para desarrollar una política integral de prevención, educación, sanción y reformas judiciales para frenar la violencia contra las mujeres.
Varias organizaciones femeninas aprovecharán este viernes 8 de marzo, que se celebra el Día Internacional de la Mujer, para realizar marchas y manifestaciones de protesta para “condenar los asesinatos y para exigir justicia”, concluyó Marca, directora del CIDEM. AFP