De cara al futuro nos encontramos frente a una crisis política y económica, enmarcada en un ambiente de crecientes demandas de la población por mejores salarios y servicios. Iniciamos la era poschávez con una nueva violación a la Constitución al imponer como presidente encargado a un vicepresidente que ocupaba el cargo de facto y no de derecho. Para agravar la situación el señor Maduro, cambió de un día para otro su imagen de Canciller apacible a una de candidato energúmeno. Además, se inicia con un aura de mentiroso ridículo. Sus afirmaciones de que intercambio ideas durante cinco horas con un Chávez agonizante y que a este le inocularon la enfermedad agentes enemigos de la patria perdurarán como ejemplos de memez. A pesar de todo no será fácil de derrotar electoralmente porque nuevamente los rojos utilizarán los recursos del Estado y el ventajismo que le ofrece en bandeja las cuatro sumisas rectoras del CNE.
Del lado de la alternativa democrática no hay nada que inventar. A esta fecha Capriles ya debe ser el candidato. Después de octubre su discurso se endureció en contra del oficialismo y particularmente contra Maduro. Muchos criticamos que fue muy blandengue con Chávez, pero en las circunstancias actuales su posición debe darle dividendos. Sus palabras leídas en representación de la MUD con motivo del fallecimiento de Chávez fueron apropiadas. Los chavistas tienen que percibir que a Capriles lo anima un sincero deseo de reconciliación, que no los perseguirá por motivos políticos y que se ocupará del problema de la pobreza y de apoyar a quienes tienen menos. Sin duda Henrique será un buen presidente en una transición de un solo período que contribuirá unir a los venezolanos.
Como en botica: ¡Bravo por los valientes estudiantes! El gobierno canadiense es consecuente con la defensa de la democracia. Por ello aplaudimos las declaraciones del Primer Ministro Harper. Exigimos la renuncia del almirante Ministro de Defensa por castrocomunista y violador de la Constitución. Respetamos a los participantes en el cortejo fúnebre que demostraron su fervor por Chávez, pero repudiamos el odio exteriorizado por otros, producto de las mentiras que les sembraron ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!