En 32 días los venezolanos tendrán que acudir a las urnas para elegir al próximo presidente de la República tras la muerte de quien tuvo en sus manos las riendas del país durante 14 años: Hugo Chávez. Así lo reseña el diario La Verdad.
Daniela García
Las opciones ya están planteadas. Por un lado está Nicolás Maduro, quien aunque no tiene gestión para mostrar, es el heredero del líder de la revolución. Por el otro está Henrique Capriles, máxima figura de la oposición, excontendor de Chávez y con carrera política.
Independientemente de quien resulte electo, el sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez tendrá grandes retos, entre ellos el de asumir una situación económica “complicada”, asegura Luis Oliveros, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Venezuela enfrenta el déficit fiscal más elevado de su historia, uno de los mayores del mundo, calculado entre 15 y 17 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
El analista indica que el país tiene un desequilibrio en sus cuentas, consecuencia de un exacerbado gasto público que en 2012 llegó a 50 por ciento del PIB, una estrategia que sirvió para capitalizar el voto oficialista en las últimas elecciones presidenciales y regionales.
“En este momento Venezuela necesita precios del petróleo cada día más altos para poder financiar el gasto público, que ha sido lo que ha estado moviendo parte de la economía”.
Un elevado endeudamiento, una creciente inflación y la ausencia de productos básicos son algunos de los problemas que muestra la economía venezolana que complicarán la gestión de quien resulte electo en unas elecciones anticipadas por los efectos de un cáncer.
Dos escenarios
Nicolás Maduro, bajo la sombra de Chávez
Son pocos los cambios económicos que se deberían esperar en el corto plazo si se materializa el triunfo de Nicolás Maduro en las próximas elecciones, considera Luis Oliveros, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Aunque quisiera, el heredero de Chávez no podría hacer cambios drásticos, de lo contrario recibiría críticas del propio chavismo. Estaría entrampado”. El analista advierte de que quien fungió como el último vicepresidente mantendría esquemas como los controles de precios y cambio para demostrar continuidad en las políticas del líder de la revolución. No descarta que el excanciller de la República incluso ratifique a Jorge Giordani como ministro de Economía y Finanzas. Para el analista, los indicadores económicos quedarían sin variaciones, como la alta inflación. “En el corto plazo no veríamos una recesión fuerte porque se mantendría el gasto. Nicolás no puede demostrar que sin Chávez la economía puede caer”. Augura un aumento de los impuestos al sector privado, principalmente sobre la banca, así como un incremento del endeudamiento interno.
Henrique Capriles, con los poderes en contra
Un cambio en el modelo económico sería la misión de Henrique Capriles de triunfar en las elecciones pautadas para el 14 de abril, prevé Luis Oliveros, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Definir cambios no le será fácil, con instituciones y poderes en su contra, como el Tribunal Supremo de Justicia y la Asamblea Nacional”. El líder de la oposición tendría que implementar medidas cautelosas. “Lo primero que haría sería generar confianza para poder ir desmontando gradualmente los controles. El control de cambio no se puede eliminar de un solo golpe porque se agotarían las reservas. El control de precios no se puede eliminar de inmediato, sino ir desmontándolo de la mano de mayor producción y oferta interna para que no se disparen los precios”. El analista considera que un primer año con Capriles habría un crecimiento moderado del PIB, pues los problemas económicos se resolverían de manera progresiva. Estima un aumento del endeudamiento externo como estrategia para potenciar un crecimiento en el sector petrolero.