Pese a la suspensión y prohibición de porte de armas, decretada por los ministerios del Interior y Justicia y de Defensa, el pasado miércoles por duelo nacional, en Ciudad Guayana se reportaron seis homicidios entre el miércoles y la noche de este domingo, reseña Correo del Caroní.
La última víctima fue Pedro Roberto González Figueras, de 40 años. El hombre estaba frente a su casa, en Nueva Chirica, cuando le dispararon desde un vehículo. Su ingreso al Hospital Dr. Raúl Leoni quedó registrado a las 9:00 de la noche del domingo.
Sus allegados contaron que los homicidas iban en un Chevrolet Spark gris y que al llegar a donde estaba Pedro, el conductor frenó para dar tiempo a que el copiloto se bajara y disparara contra el hombre. Murió hora y media después de su ingreso al centro médico.
Agregaron que la víctima era el tercero de 8 hermanos y que tenía un hijo de 16 años de edad. Trabajaba en el Mercado de Chirica reparando teléfonos celulares. “No sabemos por qué lo mataron, pero los tiros fueron directos a él”, lamentaron sus conocidos.
Otros crímenes
Además de Pedro González, otros cinco homicidios se reportaron durante estos días en el que los portes de armas de fuego fueron suspendidos. Entre los crímenes resaltan el de Carlos Eduardo Jiménez Habanero, ocurrido el jueves, cuando trataba de robar una camioneta en Villa Alianza.
Al joven lo mataron cuando el escolta de su víctima le disparó en un descuido. Durante la audiencia de presentación, el guardaespaldas fue exonerado de los cargos imputados por el Ministerio Público y el Tribunal 1º de Control le otorgó libertad sin restricciones.
Además de las muertes de Jhonny Romero, Abel Josué Fajardo, Anthony Deodat y Pedro González Figueras, ocurrió el asesinato de un adolescente de 16 años de edad, Miguel Ángel Jaramillo Guerra. Su familia sospecha de un Policía estadal (PEB) de apellido Bermúdez por el hecho.
“Hace una semana me dijo: ¡Váyale comprando las urnas de los morochos porque los voy a escoñetar! Le pregunté que por qué y me respondió: ¡Están pasados y por eso los voy a matar!”, contó entre llantos su mamá cuando retiraba el cuerpo de la Policía científica (Cicpc).