La primera piedra del Centro de Alto Rendimiento en Margarita se puso en agosto de 2001. Mucho tiempo pasó (12 años y medio) para que pudiese verse como ahora, aún inconcluso, pero al menos cerca de estar finalizad, reseña El Nacional.
La tardanza era, según Rafael Esquivel, presidente durante todo ese tiempo de la Federación Venezolana de Fútbol y reelecto para un mandato más de cuatro años, algo que le quitaba el sueño.
“Trabajé en esto de seis de la mañana a 12 de la medianoche, sin descanso”, aseguró el federativo quien se tomó el proyecto como algo personal. “Sin ninguna duda, entregarlo es un alivio. Este era mi sueño, el sueño de toda una directiva de la federación, que se dedicó a lograr esto”.
El directivo explicó que la clave para mantener el CAR es que el centro pueda mantenerse en el tiempo. “El no tener un proyecto que se pueda autogestionar sería un fracaso”, dijo.
“La Vinotinto es una marca que permitió obtener más sponsors, y eso nos ayudó a ampliar el modesto proyecto original, para darle las características que tiene ahora, hacerlo con una escuela, con hotelería, dos restaurantes, y tratar de dejar unas instalaciones que puedan ser aprovechadas con concesiones, con alquileres. Buscando la manera de que genere recursos que lo puedan sustentar, siempre y cuando la prioridad sea el fútbol y la actividad de la selección nacional. No descansaré hasta verlo completamente terminado y funcionando”, destacó el directivo.
“Para este nuevo período lo que viene es trabajo y más trabajo”, resaltó Esquivel. “Cuando los grandes del continente trabajan ocho horas, nosotros tenemos que trabajar 24. Estamos en la pelea por ir a un Mundial de mayores, y también hay que mantener lo que venimos desarrollando”, aseguró.