La improvisación del gobierno del presidente Nicolás Maduro respecto a las exequias del ex presidente Hugo Chávez ha sido notoria.
Desde el despelote el día de su muerte y los días siguientes pareciera que de verdad creían que la mentira que repetían con insistencia a los millones de seguidores del caudillo revolucionario ellos mismos se la creyeron de tanto repetirla.
Mucho insistían desde que comenzó el año 2013 que el presidente reelecto estaba en capacidad de gobernar pues les daba instrucciones en Cuba y luego en Caracas con supuestas reuniones de hasta 5 horas. Todo se ha venido comprobando era las mas de las veces un burdo montaje de propaganda roja rojita.
Me toco anunciar en varias oportunidades los descalabros en la salud del paciente los cuales se han venido comprobando con el tiempo. El último fue expuesto por su hermano Argenis Chávez hace solo dos días cuando dijo que su hermano había sufrido un derrame en la última operación. Ese incidente lo reporte empezando el año. Aunque Argenis no estaba presente cuando eso ocurrió. Pareciera que todos quieren añadir algún dato para sentirse cerca del difunto.
El último desconcierto ocurrió con el “faux pas” del embalsamamiento del cuerpo de Chávez. Tras anunciarlo el presidente Maduro Moros como un hecho añadiendo que iban a introducir una enmienda a la Constitución Nacional y que el cuerpo en urna de cristal seguiría el ejemplo de los cuerpos de Mao, Lenin y Ho Chi Minh hace dos días Maduro dejó ver que “era tarde para ese procedimiento pues así se lo habían planteado científicos rusos y alemanes”.
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