El actor británico Gerard Butler vuelve a la acción en “Olympus Has Fallen”, donde interpreta a un exagente del Servicio Secreto que debe salvar a la Casa Blanca de un despiadado ataque de terroristas norcoreanos, que han tomado al presidente de Estados Unidos como rehén.AFP
Con su perfecta dosis de patriotismo, adrenalina y testosterona, “Olympus Has Fallen” llega a las salas estadounidenses con la promesa de ser el primer gran filme de acción del año, tras el fracaso de taquilla de la quinta entrega de “Die Hard” (Duro de matar o La jungla de cristal), con Bruce Willis.
La película, que se estrena el viernes en Estados Unidos y en mayo en Latinoamérica, es producida y protagonizada por Butler, quien alcanzó fama internacional gracias a la fantasía épica griega “300” (2006), y cuenta con los oscarizados Melissa Leo y Morgan Freeman en su reparto.
Dirigido por Antoine Fuqua -autor del thriller “Training Day” que dio un Oscar en 2002 a Denzel Washington-, el filme imagina que una milicia norcoreana toma por asalto la Casa Blanca (cuyo nombre código es Olimpo) y mantiene al presidente (Aaron Eckhart) y otros funcionarios como rehenes, entre ellos la secretaria de Defensa (Melissa Leo).
El exagente del Servicio Secreto Mike Banning (Butler) consigue infiltrarse en la Casa Blanca y ponerse en contacto con el presidente interino (Freeman), quien deberá confiar en este hombre de quien todos recelan para salvar al presidente secuestrado y al país de una horrenda catástrofe nuclear.
Traducida como “Objetivo: La Casa Blanca”, la cinta muestra a un personaje heroico, pero justificado por una motivación interna.
“El probablemente no sea diferente a la mayoría de la gente”, dijo Butler a la AFP. “El mundo se hace pedazos a su alrededor, sin duda su pasado lo acecha (…) y eso se filtra en el trabajo que hace. Pero tiene su objetivo claro”.
Además, la concentración de Banning en su misión está reforzada “por el secreto deseo de poder ejecutar al fin un trabajo para el que ha sido entrenado toda su vida”, añadió el actor escocés de 43 años.
Pero está por verse si los estadounidenses digerirán imágenes que afectan la sensibilidad de la audiencia tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Por ejemplo, la Casa Blanca se ve desolada tras el violento ataque y el obelisco de Washington cae en una forma que recuerda con cruel precisión el desplome de las torres gemelas en Nueva York.
La cinta “causa gran tensión y produce esa clase de indignación patriótica que los estadounidenses más recalcitrantes sentirán en sus entrañas”, escribió el crítico Todd McCarthy en la revista especializada The Hollywood Reporter, donde se refirió a la película como un “macho thriller”.
Para las escenas en el interior de la Casa Blanca -llena de escondites y pasadizos secretos-, así como para imaginar la respuesta de las fuerzas del orden en la eventualidad de un ataque, los productores consultaron a ex-agentes del Servicio Secreto, el FBI y la CIA.
“Los consultores ayudaron a planear un ataque simulado al detalle: desde la cantidad mínima de atacantes necesarios para tomar la Casa Blanca hasta los tipos de armas que serían más efectivos”, dijo el productor/actor, al asegurar que “no hay nada que sea simple conjetura”.
“Pero no nos dijeron todos sus secretos, se guardaron cosas bajo la manga”, agregó Butler, quien produjo y protagonizó el año pasado la comedia romántica “Playing for Keeps”.
En la mitología griega, el Olimpo es la residencia de los dioses, recordó el director Fuqua. Y en “Olympus Has Fallen””la Casa Blanca se desmorona de un modo impensable. La identificación es clara. Roma, el gran imperio, se convierte en Estados Unidos y su mayor monumento colapsa”.