Alrededor del 30% de las muertes en el mundo son causadas por las enfermedades cardiovasculares y se estima que causarán más de 23 millones de decesos en el 2030. Los accidente cerebrovasculares (ACV) forman parte de esta cifra poco alentadora y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de las personas que sufren un ictus fallecen o quedan incapacitadas, lo cual implica un deterioro de su calidad vida, al no poder moverse y/o presentar problemas del habla, representando una carga emocional para sí mismo y para sus familiares.
El riesgo de sufrir un ACV se incrementa de acuerdo a las características individuales de los pacientes, tales como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto y los antecedentes familiares. Sin embargo, hay un factor responsable del 20% de los accidentes cerebrovasculares. Se trata de la fibrilación auricular (FA), un trastorno cardíaco que se produce cuando las cavidades superiores del corazón (aurículas) se contraen y fibrilan, es decir, deja de latir de manera normal, sin seguir un patrón adecuado. Clínicamente se describe que el latido es “irregularmente irregular” porque varía su intensidad, siendo más lento o más rápido.
“La fibrilación auricular predispone la formación de coágulos en la aurícula izquierda del corazón, los cuales pueden viajar por el torrente sanguíneo y obstruir las arterias que irrigan el cerebro, produciendo lo que conocemos comúnmente como ACV, explicó el Médico Cardiólogo e Intensivista, Nohel Castro Blanchard, Jefe de la Unidad del Servicio de Cardiología y Cuidados Coronarios del Hospital “Dr. Domingo Luciani”.
Los pacientes con fibrilación auricular tienen un riesgo cinco veces mayor de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con la población en general. Su incidencia aumenta con la edad y afecta a 4 de cada 100 personas de más de 65 años. Según el Informe “¿Cómo podemos evitar una crisis de los accidentes cerebrovasculares en América Latina?” se estima que alrededor de 230.000 personas en Venezuela, viven con esta patología.
¿Un ritmo silencioso?
La alteración del ritmo cardíaco puede aparecer súbitamente, durar segundos, minutos, horas o días y desaparecer espontáneamente (FA paroxística) o por el contrario ser permanente (FA persistente o permanente).
Sus síntomas más comunes son palpitaciones o taquicardia, ansiedad, concientización de la respiración, presión arterial baja, dolor en el pecho, sudoración, fatiga, mareos o pérdida súbita de la conciencia.
Sin embargo, la fibrilación auricular también puede ser asintomática, “En personas mayores de 65 años la FA puede estar presente sin que ocurran síntomas en un 25 a 30% de los pacientes. Las personas que presentan síntomas pueden tenerlos en forma leve, sin interrupción de sus actividades diarias normales; también pueden ser severos y afectar la rutina y, en grado extremo, pueden ser incapacitantes”, destacó el médico cardiólogo.
Nuevas terapias de anticoagulación
Para disminuir las posibilidades de formación de trombos en el corazón, ha surgido una nueva generación de anticoagulantes orales. Rivaroxabán de Bayer, previene el riesgo de ACV o ictus en pacientes con fibrilación auricular. Su acción inhibe directamente el factor Xa, una enzima que se activa durante el proceso de coagulación de la sangre.
“Durante más de 50 años, el anticoagulante oral disponible para uso clínico era un antagonista de la vitamina K (AVK) que requería revisión constante del efecto anticoagulante y ajuste de dosis, además de presentar interacciones inconvenientes para los pacientes”, indicó el Dr.Castro Blanchard. “Rivaroxabán sobrepasa estas limitaciones, permitiendo lograr una eficacia terapéutica igual o superior a las terapias estándar, con una reducida interacción con otras drogas y prácticamente ninguna interacción con alimentos”, agregó el especialista.
El innovador fármaco de Bayer es el único anticoagulante oral, administrado sólo una vez al día, que no requiere controles sanguíneos de rutina, haciendo más conveniente el tratamiento para los pacientes y brindando la posibilidad de llevar un ritmo de vida normal.
Rivaroxabán es el único de los nuevos anticoagulante orales que ha demostrado beneficios con aceptable seguridad en diversos escenarios clínicos donde se requiere anticoagulación, tanto con fines preventivos (profilaxis de tromboembolismo venoso en pacientes sometidos a cirugía electiva de reemplazo de cadera o de rodilla y prevención de accidente cerebrovascular en pacientes con fibrilación auricular), como con fines terapéuticos (tratamiento de la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar).
“La fibrilación auricular afecta la vida de millones de pacientes y de sus familias, por lo que esta terapia de anticoagulación marca un hito en la prevención de trombos y en la mejora de la calidad de vida de la población mundial, afirmó el Dr. Manuel Cabrera, Director Médico de Bayer Venezuela. “Con rivaroxabán, Bayer reafirma su liderazgo en innovación al dar este paso fundamental que salvará muchas vidas”, agregó.