El índice de producción industrial (IPI) de Chile cayó un 7,8 % en febrero respecto al mes anterior pero acumuló un alza interanual del 1,7 % gracias a las alzas en sus tres componentes, minería (2,6 %), manufactura (0,9 %) y energía (0,9 %), informaron hoy fuentes oficiales.
EFE
Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la producción minera aumentó un 2,6 % en doce meses, liderada por la mayor producción de cobre, que alcanzó 420.207 toneladas métricas, un 11,2 % menos que en enero pero un 2,8 % más que en febrero de 2012.
Este crecimiento interanual se explica, según el INE, por la mayor ley (concentración) del mineral registrada en algunas faenas y por el aumento productivo en otras que operaban irregularmente durante 2012.
También aumentó en términos interanuales la producción de molibdeno (23 %) y de oro (14,5 %).
Por otra parte, en el alza del 0,9 % que registró la producción manufacturera influyeron especialmente los incrementos en la elaboración de productos alimenticios y bebidas, así como en la fabricación de productos elaborados de metal, muy utilizados en la construcción y la minería.
Estas y otras divisiones compensaron la incidencia negativa de las divisiones de fabricación de papel y productos de papel -debido a una menor producción de celulosa de eucalipto, por paralizaciones en sus plantas productivas-, así como de metales comunes y productos de madera.
En tanto, el crecimiento del 0,9 % en el índice de electricidad se explica por el aumento en todos sus componentes, electricidad (0,8 %), agua (1,2 %) y gas (2,6 %).
En el caso de la electricidad, la generación se incrementó un 0,7 % en doce meses, con especial incidencia de la obtenida a base de carbón, altamente contaminante.
En el Sistema Interconectado Central (SIC), que abastece de energía a la mayor parte del país, la generación termoeléctrica (carbón y gas natural licuado) representó el 63,6 % del total, mientras que la hidroelectricidad disminuyó hasta el 35,6 %.
Por su parte, en el Sistema Interconectado del Norte Grande, que alimenta a grandes zonas del desierto de Atacama, donde la principal actividad es la minería, la generación a carbón supuso el 86 % del total, seguido por la generación a gas, con un 8,4 %.