Corea del Norte amenazó hoy con cerrar el complejo industrial de Kaesong, único proyecto de cooperación entre las dos Coreas, horas después de que el país comunista anunciara haber entrado en “estado de guerra”.
Un portavoz norcoreano del complejo lanzó la advertencia al Gobierno de Corea del Sur, al asegurar que cerrará el recinto si Seúl sigue “insultando seriamente la dignidad” de Corea del Norte, en un comunicado divulgado por la agencia de noticias estatal KCNA.
Ubicado al sureste del territorio norcoreano a escasos kilómetros de la frontera con el Sur, el complejo industrial de Kaesong alberga a 123 empresas surcoreanas, que fabrican diversos productos aprovechando el bajo coste de la mano de obra del país comunista.
Por su parte, Corea del Norte obtiene del complejo ingresos que aportan un importante sustento a su malograda economía, en crisis permanente desde los años 90.
Sin embargo, argumentó hoy el portavoz norcoreano, “no somos nosotros sino las pequeñas y medianas empresas de Corea del Sur quienes se están beneficiando del complejo industrial de Kaesong”.
A pesar de los numerosos episodios de crisis que las siempre tensas relaciones entre Norte y Sur han vivido en los últimos años, incluida la detención de un empleado surcoreano por el Norte en 2009, este complejo ha permanecido operativo desde su apertura en 2002.
De hecho hoy el complejo operó con normalidad, confirmó a Efe el Ministerio de Unificación surcoreano, que contabilizó la entrada al mismo de 157 trabajadores surcoreanos y la salida de 457 a lo largo del día, cifras que se corresponden con las de un sábado normal.
La amenaza de cerrar Kaesong llegó horas después de que Corea del Norte anunciara que ha entrado en “estado de guerra” con el Sur, en un nuevo escalón de la reciente campaña de amenazas a Seúl y Washington del militarizado régimen de Kim Jong-un.
A pesar de la dureza de la nueva advertencia, Seúl no ha detectado movimientos en las tropas norcoreanas y expertos locales creen que el Norte no tiene intención de llevar a la acción sus amenazas, que corresponden más bien a una estrategia política.
La campaña de elevada retórica belicista de Corea del Norte, que se prolonga ya por más de tres semanas, tuvo su origen en las nuevas sanciones que el pasado día 7 el Consejo de Seguridad de la ONU impuso a este estado totalitario por su última prueba nuclear de febrero