La asesora de seguridad en materia de antiterrorismo de la Casa Blanca, Lisa Monaco, figura entre los candidatos para sustituir al veterano director del FBI, Robert Mueller, según informó hoy el diario The Washington Post.
Mueller se retirará el próximo 4 de septiembre, después de 12 años en un cargo que por primera vez en la historia podría ser desempeñado por una mujer.
Monaco, de 45 años, fue anteriormente fiscal de la División Nacional de Seguridad del Departamento de Justicia y jefa de gabinete de Mueller.
La Casa Blanca y el Departamento de Justicia han declinado hacer comentarios sobre el relevo.
Otros candidatos también citados por los medios son Merrick Garland, juez jefe de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia; James Comey, que fue fiscal general adjunto durante el gobierno de George W. Bush; Neil MacBride, fiscal del distrito este de Virginia; y Patrick Fitzgerald, exfiscal en Chicago.
El cargo de director del FBI está limitado a un máximo de 10 años por ley, pero el Senado extendió el periodo de Mueller dos años a petición del presidente, Barack Obama, debido a que la administración no encontró a un sucesor que considerara adecuado.
Fuentes del gobierno indicaron al Post que la Casa Blanca quiere encontrar al sucesor de Mueller lo antes posible para que la persona elegida pueda ser examinada, nominada y confirmada antes de que el Congreso entre en su descanso de verano.
Mueller, de 68 años, es el artífice de la nueva estrategia y el esfuerzo antiterrorista del FBI tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Mueller dejará un vacío muy grande”, indicó un funcionario del Departamento de Justicia, que habló bajo condición de anonimato.
El funcionario señaló que hace dos años, Mueller “era visto como el hombre indispensable, Ahora, el FBI tiene que continuar sin su hombre indispensable en cuestión de unos pocos meses”.
El FBI es el principal brazo investigador del Departamento de Justicia y forma parte de la comunidad de agencias de inteligencia de EEUU.
Su misión es proteger y defender al país de las amenazas terroristas; cumplir y hacer cumplir las leyes penales de EEUU, y ayudar a nivel federal a los tribunales estatales y municipales, así como a los socios internacionales.