El nuevo ministro chipriota de Finanzas, Haris Georgiades, juró el miércoles su cargo un día después de la dimisión de su predecesor Michalis Sarris, arrastrado fuera del gobierno por haber dirigido en 2012 el banco Laïki, liquidado en el marco del plan de rescate internacional de Chipre.
El presidente Nicos Anastasiadis reiteró, durante la ceremonia, que la isla mediterránea se enfrenta a “días difíciles”.
Este período requerirá, “en primer lugar, de un trabajo colectivo; segundo, de coherencia y disciplina fiscal, y todas estas medidas contribuirán a reactivar la economía lo más pronto posible”, afirmó.
“No tengo ninguna duda de que cumplirá su tarea de la mejor forma posible”, declaró el presidente a Georgiades, un economista de 40 años que ocupó antes el cargo de ministro de Trabajo.
El gobierno instaló el martes una comisión encargada de determinar responsabilidades en la crisis bancaria que derrumbó la economía de este país de la Eurozona.
Sarris explicó su dimisión por su condición de presidente hasta agosto de 2012 del Laiki, banco liquidado en el marco del plan de rescate económico concedido a la isla por sus acreedores internacionales.
Una nueva ministra de Trabajo juró también su cargo el miércoles. Es Zeta Emilianidou, alta funcionaria del ministerio de Comercio, que se convierte en la primera mujer del gobierno de Anastasiadis.
Al borde de la quiebra, Chipre obtuvo el 25 de marzo un rescate internacional de 10.000 millones de euros a cambio de una serie de drásticas condiciones, entre ellas una reestructuración de su sistema bancario que hará perder parte de sus ahorros a los que tienen más de 100.000 euros en depósitos de los dos principales bancos del país, el Bank of Cyprus y el Laiki, que será liquidado.
Por otra parte, el banco central chipriota flexibilizó el martes las restricciones que había impuesto al movimiento de capitales, en particular para las empresas cuyas transacciones están ahora autorizadas hasta 25.000 euros, en lugar de 5.000.
Para los particulares, se autorizan retiros de dinero de hasta 300 euros por día y persona. Los giros bancarios siguen siendo no autorizados hacia el extranjero, y son limitados en el interior de Chipre.
Por otra parte, Chipre tendrá hasta 2018, es decir dos años más de lo inicialmente previsto, para lograr los objetivos exigidos por la troika de acreedores internacionales –Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI– a cambio del préstamo de 10.000 millones de euros, indicó el martes el gobierno chipriota.
El plan de rescate europeo fue flexibilizado, dando un poco más de tiempo a la isla para bajar su déficit, con el objetivo de “reducir la presión sobre la economía” chipriota, según el portavoz del gobierno, Christos Stylianides.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prestará 1.000 millones de euros a Chipre en el marco del plan de rescate de esos 10.000 millones de euros, anunció el miércoles su directora general, Christine Lagarde.
Este acuerdo de préstamo, cerrado por la dirección del Fondo, “será sometido al consejo de administración para ser aprobado a principios de mazo”, añadió Lagarde en un comunicado recibido en París. AFP