Cuando observo la propaganda con caras sonrientes; las cuñas del país maravilloso que tendremos al manchar los dedos; cuando leo los artículos de tantos, que triunfalistas hacen pronósticos de victorias épicas; cuando escucho a voceros afirmando que en el poder electoral todo ok; cuando veo que los políticos de siempre esta vez sí cobrarán lo que nunca han cobrado; cuando me topo con tantas personas percibiendo estas ilusiones como ciertas, viviendo esta democracia como si fuera de verdad y no de juguete; entonces entiendo que Venezuela, país de presos que se pudren, muertos que se apilan y REP de fantasmas, también es bella. Si todos nos organizáramos, estudiantes, profesionales, empresarios, iglesia, universidades, medios, militares, escritores y columnistas; actores y pintores, músicos, poetas, academias…y juntos organizamos protestas cívicas, acciones que difundan conciencia en la comunidad internacional y en gobiernos aliados de causas civilizadas; si todos nos proponemos hacer esto empezando hoy, en muy poco tiempo lograríamos la libertad. Y alcanzada, un gobierno transitorio debería constituirse para lograr paz y organizar la institucionalidad que está hecha polvos. Este gobierno, integrado por figuras de mérito, realizará elecciones en un tiempo perentorio. Pero nada de esto luce posible hermanos venezolanos. Tenemos que ser fríos con esta realidad y aceptarla, al menos por el tiempo que siga habiendo carnaval de farsa y todas las cámaras se enfoquen en eso y más nada. La idea tampoco es ser suicidas, que nos inmolemos por amor al arte.
Somos percibidos como radicales, pero en el mal sentido. Porque obviamente que radicales somos, pero la gente le ha dado a esto una connotación negativa, pareciendo olvidar que para defender la libertad hay que ser radical.
@sosazpurua / www.jcsosa.com