Al menos 36 personas murieron y más de 2.000 resultaron desplazadas en Kenia en las últimas tres semanas debido a las inundaciones causadas por las intensas precipitaciones registradas en el país, que además han destruido numerosas infraestructuras.
Según dijo a la prensa hoy Andrew Mondoh, representante del Ministerio de Programas Especiales, encargado de la gestión de los desastres naturales, se estima que, además de la importante pérdida de vidas humanas, la red de carreteras de Kenia ha sufrido daños valorados en 350 millones de chelines kenianos (unos 3,1 millones de euros).
Mondoh apuntó asimismo que el Gobierno de Kenia destinará 100 millones de chelines kenianos (más de 900.000 euros) a la compra de comida y productos básicos para los 2.000 desplazados.
“Las lluvias han tenido un impacto negativo por la pérdida de vidas, de bienes y de infraestructuras, pero lo positivo es que nuestras fuentes de agua se han llenado, el pasto se ha regenerado y los granjeros han aprovechado para plantar”, explicó Mondoh.
Kenia vive actualmente una de sus dos temporadas de lluvias anuales, que normalmente se extienden de marzo a los últimos días de mayo -conocidas como las “lluvias largas” por alargarse durante unos tres meses- y de octubre a noviembre -las “lluvias cortas”, que duran aproximadamente dos meses- .
La pérdida de vidas humanas es frecuente durante estos periodos debido a la intensidad de las precipitaciones, que unidas al mal estado de las infraestructuras kenianas pueden causar importantes inundaciones y riadas en cuestión de minutos.
El año pasado, al menos 50 personas murieron en el periodo de las “lluvias largas” en Kenia. EFE