La exprimera ministra británica Margaret Thatcher sigue levantando pasiones encontradas en el Reino Unido cinco días antes de que se oficie su funeral en Londres, para el que Downing Street facilitó hoy una lista provisional de asistentes.
EFE
La reina Isabel II y su esposo estarán presentes en el funeral del próximo 17 de abril, el primero de un político británico al que asiste la monarca desde la muerte en 1965 del exprimer ministro Winston Churchill, que reunió en Londres a decenas de jefes de Estado.
La ceremonia en la catedral de San Pablo, que sucederá a un cortejo fúnebre por las calles del centro de Londres, también contará con la presencia del ex presidente de la Cámara de Representantes estadounidense Newt Gingrich y del exprimer ministro australiano John Howard, así como con el magnate de la publicidad Maurice Saatchi y el pionero de internet Tim Berners-Lee.
En cambio, el expresidente soviético Mijail Gorbachov, que mantuvo una estrecha relación con Thatcher al final de la Guerra Fría, así como Nancy Reagan, viuda del expresidente estadounidense Ronald Reagan, uno de los aliados más cercanos a la “Dama de Hierro”, no asistirán.
La lista de más de 2.000 invitaciones que ha enviado Downing Street fue elaborada conjuntamente por la familia de Thatcher y el gobierno conservador británico.
El Ejecutivo de David Cameron ultima los preparativos de una jornada en la que la policía estará preparada para evitar incidentes con posibles alborotadores.
La muerte de Thatcher a los 87 años el pasado lunes provocó un aluvión de elogios a su legado político, pero también muchas críticas, entre ellas la de un oficial de Scotland Yard que dimitió hoy de su puesto tras difundirse diversos mensajes que había publicado en Twitter.
El sargento Jeremy Scott sostuvo en la red social que esperaba que la muerte de Thatcher fuera “lenta y degradante” y afirmó que el fallecimiento de la “Dama de Hierro” llegó “87 años tarde”.
Por contra, dos diputados del Partido Conservador, Stephen Metcalfe y Eleanor Laing, propusieron hoy renombrar alguno de los grandes aeropuertos del país con el nombre “Thatcher International” para rendir tributo a los “colosales logros” de la exprimera ministra.
Metcalfe subrayó la “necesidad de que perdure el recuerdo de su contribución al mundo” y, si bien no especificó qué aeródromo británico podría rebautizarse, pidió que alguno de ellos dé un “paso adelante” en ese sentido.