“Quisiera hacerles llegar mi palabra en estos tiempos particularmente difíciles que estamos viviendo en Venezuela”, expresa el Obispo de San Cristóbal –monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, en una carta dirigida a los sacerdotes a quienes pide ser prudente y no identificarse con ninguna línea política. Y a los dirigentes políticos les pide “que no inviten a la violencia”.
“Se ha podido corroborar, por los resultados electorales más recientes, que se ha agudizado la polarización: el país se encuentra dividido en dos grandes grupos. Por las noticias que hemos podido recibir y ver, por las dificultades ya conocidas y ante la declaratoria de no aceptación de los resultados electorales por uno de los candidatos y la no aceptación del conteo post-electoral del otro, se ha agudizado la tensión existente y ha habido algunas consecuencias nada deseables. A esto se añade el verbo encendido y hasta incendiario de los líderes de las diversas opciones políticas, que no favorecen en nada”, expresa el Obispo en su carta a los sacerdotes.
Monseñor Moronta indica en la cual ha de ser el papel como pastores ante esta situación. Les dice: “sin dejar de tener, de acuerdo a la conciencia, nuestra propia opinión, como nos lo ha pedido muchísimas veces la Iglesia, nos toca ser prudentes y no identificarnos con ninguna línea político-partidista. No olvidemos que la inmensa mayoría de los que simpatizan con cada una de las opciones políticas enfrentadas en estos momentos son católicos y miembros de la Iglesia.”
De igual manera invita a los sacerdotes a sanar corazones afligidos, “nos tocará reanimar, reforzar y reafirmar nuestra vocación de hermanos, por el hecho de ser hijos de Dios. Durante todos estos días, como ha sido siempre, hemos de ir a “sanar corazones afligidos”, proteger la grey de quienes quieran dividirla o desviarla por senderos de violencia e invitarles a que sean capaces de demostrar que son discípulos de Jesús en la práctica del amor fraterno”.
También a los dirigente políticos hace un exhorto especial, “diriman todos los asuntos, siempre en sintonía con sus simpatizantes pero siguiendo lo que indica el ordenamiento jurídico. Los dirigentes políticos, en todas sus actuaciones tienen el deber de educar “políticamente” a toda la ciudadanía”.
Y les pide de corazón “que no inviten a la violencia con su verbo incendiario o con comportamientos y actitudes sectarias. Los dirigentes del Gobierno deben realizar en estos tiempos su voluntad de diálogo. Los poderes públicos deben abrir las posibilidades de todos los ciudadanos para ser escuchados y atendidos en sus reclamaciones y saber que la protesta, cívica y ciudadana, es una voz que deben escuchar, ya que son servidores de la ciudadanía en general… Y todos los dirigentes, los de la oposición y los del Gobierno deben buscar también encontrarse teniendo como horizonte el que son servidores del mismo pueblo”.
Finalmente invitó a todos a tener “muy presente que la Doctrina Social de la Iglesia es un instrumento muy privilegiado para la formación ciudadana de nuestra gente”.