En Los Ángeles, Estados Unidos, Catherine Kieu Becker, una mujer de 50 años, se enfrenta a una condena de cadena perpetua por amputarle el miembro viril a su esposo porque, según ella, lo usaba para hacerle el mal, publicó que.es
El juicio se está celebrando estos días.
Al parecer, el marido de Catherine mantenía varias relaciones extra matrimoniales y eso le había causado “una vida entera de traumas”.
El abogado de Catherine ha explicado que el mutilado, ahora sexagenario, era “hipersexual”, que usaba Viagra y que obligaba a su esposa a tener relaciones sexuales en posiciones “dolorosas”.
Así que Catherine decidió arrebatarle a su marido lo que más le gustaba y, después de drogarle con somníferos le ató a la cama y una vez despierto, después de decirle tres veces “lo mereces”, le amputó el pene y lo tiró por el fregadero.
Estaban en trámites de divorcio y por eso, el abogado de la víctima asegura que “es la historia de un hombre que se quiere divorciar y de su mujer que no quiere aceptarlo”.
Los hechos ocurrieron hace casi dos años y en caso de condena, Catherine se enfrenta a una pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad anticipada.