Con 30 kilos menos, Kelly Osburne aseguró que todavía tiene días malos, pues es muy dura consigo misma en cuanto al tema de su peso se refiere; y es que si bien Kelly luce espectacular, aún quiere bajar unos kilitos más, pues confesó que hay días en los cuales no siente ganas de salir de la cama, pues el espejo y ella aún no pueden llevarse del todo bien.
Kelly reconoció que por salud mental no se compara con nadie y por el momento su gran meta es tener una envidiable salud, pues el hecho de desear ser Angelina Jolie o JLo no cambiará el hecho de ser ella misma, y aunque sabe que no es una persona perfecta, ama su cuerpo.