El presidente Nicolás Maduro, designó el martes a un nuevo encargado de negocios para la sede diplomática de su país en Estados Unidos, ofreciendo un canal de diálogo después de haber acusado a Washington de injerencia, reseña Reuters.
Durante casi tres lustros de gobiernos del fallecido Hugo Chávez, Venezuela mantuvo una relación tirante con la Casa Blanca. El líder socialista acusaba a Estados Unidos de complots “imperialistas” en su contra, lo que desencadenó la salida de los respectivos embajadores hace dos años.
Su sucesor y heredero político, Maduro, quien ganó las elecciones presidenciales hace una semana por una ajustada ventaja, nombró al diputado ante el Parlamento Latinoamericano Calixto Ortega para el cargo vacante de representante comercial en Washington, que será el jefe de la misión diplomática.
El presidente venezolano aún no es reconocido por el Gobierno de Estados Unidos. Maduro acusó de injerencia al secretario de Estado John Kerry luego de que el norteamericano opinara que debía hacerse un recuento de votos tras su estrecha victoria en las urnas.
“Con el Gobierno de los Estados Unidos aspiramos algún día a tener relaciones de respeto, de diálogo entre iguales, de Estado a Estado”, dijo Maduro en un discurso televisado.
“He decidido nombrar al diputado Calixto Ortega como nuevo encargado de negocios en la embajada de Washington para que vaya a incrementar el diálogo con la sociedad estadounidense (…), con el Gobierno de los Estados Unidos”, sostuvo.
Chávez había desafiado a fines del 2010 a Washington a cortar las relaciones diplomáticas al rechazar a Larry Palmer como embajador estadounidense. Y la Casa Blanca le retiró la visa al embajador venezolano Bernardo Alvarez.
Maduro, que acusó a Estados Unidos de haber causado el cáncer que acabó con la vida de Chávez, hizo eco de la retórica anti estadounidense de su mentor durante la campaña y ha dicho que la administración de Barack Obama había ayudado a orquestar las protestas postelectorales por su estrecho triunfo.
A pesar de todo, Washington y Caracas siguen manteniendo una fluida relación comercial. Venezuela es el cuarto proveedor de petróleo de Estados Unidos, detrás de Canadá, México y Arabia Saudita.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano Patrick Ventrell negó el martes que el país estudie sanciones contra Venezuela, como se había especulado después de que se difundiera una entrevista con una funcionaria de la cartera.
“Si la declaración del portavoz del Departamento de Estado puede ser tomada como una posición oficial del Gobierno de los Estados Unidos, nosotros tomamos nota positiva de esa declaración”, dijo Maduro.
“Queremos tener las mejores relaciones con todos los gobiernos del mundo, y con el Gobierno de los Estados Unidos, pero sobre la base del respeto, aquí no pueden haber amenazas de ningún tipo. Si ustedes quieren tener relaciones de respeto, de conversaciones, de cooperación, bienvenidos”, sostuvo.