Por celos Julián Adrián Vílchez Morán, de 21 años, le disparó en la cara a su pareja, Yorlin Rocío Belandria Quintero (23), y al verla tirada en el suelo desangrándose se pegó un tiro en la cabeza. Vílchez murió y Belandria sobrevivió. laverdad.com / Luisana González
Yelitza Belandria Quintero, madre de la joven agredida, contó frente a las adyacencias del Hospital Universitario, donde está hospitalizada su hija, que el hecho ocurrió el jueves a las 7.00 de la noche en la isla de Zapara, municipio Almirante Padilla.
Vílchez bebía con unos compañeros en el frente de su vivienda, ubicada en el municipio insular. Cuando ya estaban borrachos, los amigos del occiso se burlaban de él diciéndole que su mujer le era infiel.
Su borrachera no lo dejó pensar. Buscó una pistola nueve milímetros que había comprado hace tiempo y sin mediar palabras le disparó dos veces a Belandria. Uno de los balazos entró por su mejilla izquierda, rozó su lengua y salió por la mejilla derecha. El segundo tiro lo recibió en el hombro.
Al verla caer en el suelo y ver la sangre que brotaba de su rostro, el cargo de conciencia provocó que luego se colocara el arma de fuego lentamente en su cabeza y jalara el gatillo. El impacto de la bala fue fulminante.
Los vecinos escucharon los disparos y al acercarse a ver lo que había pasado se encontraron con los cuerpos del pescador y la manicurista tirados en el piso ensangrentado, con la pistola a un costado.
Los curiosos, cuidadosamente, levantaron el arma del suelo y se la entregaron a unos militares que custodiaban una planta de electricidad que está en la isla.
Los familiares de Vílchez, al verlo tirado y desangrándose, lo levantaron y lo subieron a una lancha para llevarlo a la isla de San Carlos con la esperanza de salvarlo, pero llegó muerto.
A Belandria la ayudaron y la trasladaron directamente a la emergencia del Hospital Universitario. Allí está recluida en el área de cirugía a la espera de que se le desinflame el rostro para poder operarla.
La progenitora de la manicurista indicó que la noticia de lo que había pasado con su niña la recibió a las 8.00 de la noche. “Me vine de Los Puertos de Altagracia, allí vivo, desesperada por saber si mi hija estaba bien o mal, directo al Hospital Universitario de Maracaibo. Esto es una tragedia”.
Amor y dolor
La madre de Yorlin Belandria relató que su hija vivía con ella en Los Puertos de Altagracia, allí estudiaba Educación. Dejó la universidad por mudarse a Zapara con Vílchez. “Mi hija fue de visita a esa isla y regresó enamorada”.
La pareja ya tenía cuatro años de relación. Vílchez aceptó a la hija de cuatro años que Belandria concibió en su relación anterior. Hace ocho meses los enamorados habían sufrido la muerte de la hija de ambos que solo tenía cinco meses de nacida. La bebé falleció por una afección cardíaca.
Los funcionarios de la Policía científica de la subdelegación El Moján están a cargo de las investigaciones del hecho pasional.
Yorlin Belandria (23). Trabaja como manicurista. Tiene una niña de cuatro años. Se recupera en el hospital.
Julián Adrián Vílchez (21). Era pescador. Residía con su cónyuge y su hija. Dejó dos hijos propios en la orfandad.
“Él se caracterizaba por ser celoso, pero era un buen muchacho. Nunca pensamos que esto llegaría a pasar”