(deInmediato) Wall Street es el centro financiero del mundo. En esa calle llamada Wall de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos, están localizados los principales bancos del planeta. Entre ellos los bancos de inversión que sirven de agentes de colocación de la deuda de los países, donde obtienen su comisión.
Con la defenestración de Jorge Giordani como ministro de Finanzas, volvió a ese despacho Nelson Merentes, quien ya había sido ministro de Finanzas en 2001; posteriormente, entre 2004 y 2007, presidente de Bandes, y, recientemente, presidente del BCV.
Merentes fue un presidente del BCV irresponsable al dejar el instituto emisor prácticamente sin reservas líquidas, y además armó una conspiración contra la estabilidad del bolívar cuando desde el BCV activó la impresión de billetes sin respaldo para financiar los déficits fiscales. Ello ha llevado a una elevación de la tasa de inflación hasta niveles cercanos al 30% en 2013 y a un tipo de cambio negro que excede con creces la tasa de cambio oficial.
Recordemos que Merentes fue el creador del Sitme, que según él duraría al menos cien años y apenas duró año y medio, minado por la corrupción, lo que llevó a Jorge Giordani a criticar ese sistema de asignación de divisas. Lo cierto es que ahora Merentes sustituye a Giordani y los cazadores de fortuna rápida se están frotando las manos con la llegada de Merentes de nuevo al Ministerio de Finanzas.
Ya vendrá el festival de deuda en un país cuyo banco central, de un total de reservas de US$ 26.000 millones, apenas US$ 2.500 millones corresponden a activos líquidos y el resto es oro, que no es fácilmente liquidable para hacerse de efectivo.
Todo indica que el Gobierno tendrá que realizar emisiones masivas de deuda externa en forma de bonos o pedirle prestado más plata a los chinos para poder oxigenar la economía.
Los bancos de inversión internacionales estaban esperando en la bajadita a un gobierno que dilapidó las reservas internacionales y ahora no cuenta con dólares para pagar importaciones crecientes, que el año 2012 alcanzaron un verdadero récord de casi US$ 60.000 millones. Por eso es que no hay reservas. Ahora, con casi seguridad, va a ir el gobierno venezolano ante la banca internacional agrupada en Wall Street para colocar nueva deuda externa.
No fue suficiente un precio del petróleo a más de US$ 100 por barril para financiar a un Estado macrocefálico. Entre tanto, el país se consume en una deuda pública que pasó de US$ 38.000 millones en 1998 a US$ 210.000 millones en 2012. Hecho en socialismo. (Tomado de Últimas Noticias)