Ylva Mora, directora del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), señala que el aumento de 20 por ciento aprobado por el Gobierno “se queda rezagado frente al impacto inflacionario”, y más con los efectos acumulados de la devaluación de la moneda, tras el ajuste de la divisa de 46 por ciento, que subió de 4,30 bolívares por dólar a 6,30. laverdad.com / Yasmín Ojeda Ruiz
Precisa que el valor de la canasta familiar está por encima de siete mil bolívares al primer trimestre, representada por grupos básicos importantes con costos de aumento en alquileres, medicinas, alimentos y artículos de aseo personal, pese a estar regulados y controlados; mientras el salario mínimo oficial se decreta a dos mil 457,025 bolívares.
Mora explica que con ese arrastre de gastos y la reforma laboral -que entra en vigencia el 7 de mayo con el sábado de descanso- se incide en la remuneración mensual. Y es que la disposición impacta en el tique de alimentación al ser un día no hábil y reduce cuatro días del pago por alimentación al mes, calculada con la alícuota de la unidad tributaria en Bs. 107.
El 2 de mayo el sector del transporte incrementa el pasaje. Otra variable a reducir en el ingreso adicional. En Maracaibo se aprobó un alza del 36 por ciento, lo que representa dos bolívares adicionales que deben pagar las familias para movilizarse en rutas largas. La tarifa pasó de cinco a siete bolívares.
Según el promedio diario de traslados de los trabajadores, son cuatro pasajes a cancelar por traslado en unidades públicas. Al día serán ocho bolívares más, que al mes se convierten en 176 bolívares.
El Cenda advierte que los indicadores inflacionarios no se detienen y aumentan frente a las políticas de control que ocasionan caída en la oferta de productos y servicios y escasez de bienes y servicios básicos para la familia venezolana.
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