La policía de Bangladesh consideraba el lunes presentar cargos de asesinato contra el dueño de una fábrica textil que se derrumbó hace casi dos semanas, luego que la viuda de un trabajador aplastado por los escombros presentó una queja, al tiempo que la cifra de muertos ascendió a 645.
Sheuli Akter, viuda de Jahangir Alam, presentó la denuncia ante el magistrado de Daca Wasim Sheikh, diciendo que su esposo y otros trabajadores fueron “empujados a la muerte” por el dueño del edificio, Mohammed Sohel Rana, y otros dos.
Alam estaba empleado en New Wave Styles Ltd., una de las cinco fábricas textiles que operaban en el edificio de ocho pisos Rana Plaza, que se derrumbó el 24 de abril cuando los trabajadores comenzaban el turno matutino pese a que habían aparecido grietas en el edificio.
El dueño de New Wave Styles, Bazlul Adnan, y el ingeniero del gobierno local Imtemam Hossain fueron los otros dos acusados en el caso.
El magistrado Sheikh le ordenó a la policía que investigue las quejas, y el jefe policial local Mohammed Asaduzzman dijo el lunes que estudiará la posible presentación de cargos de asesinato.
Una condena por asesinato puede resultar en una sentencia de muerte en Bangladesh.
Nueve personas, incluyendo Rana y Adanan, han sido arrestadas ya por otros cargos relacionados con el desastre. Rana enfrenta cargos de negligencia y construcción ilegal, que conllevan hasta siete años de cárcel.
Para el lunes por la tarde, la cifra de muertos había subido a 645, de acuerdo con el puesto policial de control en la escena. No se sabía aún con certeza cuál sería la cifra final, pues trabajadores seguían revisando aún los escombros con maquinaria pesada.
Un arquitecto cuya firma diseñó los pisos iniciales del edificio dijo el domingo que el inmueble no había sido diseñado para trabajo industrial pesado. Masud Reza, arquitecto con Vastukalpa Consultants, dijo que ellos diseñaron el edificio en el 2004 como centro comercial y no con propósitos industriales.
Las autoridades dicen que Rana añadió ilegalmente tres pisos y permitió que las fábricas textiles instalasen generadores. Se piensa que las vibraciones de las maquinarias y los generadores contribuyeron al derrumbe.
El desastre del 24 de abril probablemente es el peor accidente de la historia en una fábrica textil. Ha habido pocos accidentes industriales de cualquier tipo con mayor número de muertos.
Excede a otras catástrofes en el sector textil como el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, donde murieron 146 trabajadores en 1911, y tragedias más recientes como el fuego de 2012 en el que fallecieron unas 260 personas en Pakistán y otro en Bangladesh ese mismo año en el que 112 perdieron la vida. AP